La salud bucal va más allá de unos dientes bonitos, se debe contar con todos los componentes de una boca sin lesiones, sin dolor, que lleve a cabo las funciones esenciales e incluya encías, paladar duro y blando, revestimientos de la boca y la garganta, así como lengua, labios y glándulas salivales saludables, sin dejar de lado los músculos masticatorios y los maxilares.
Al ofrecer la charla “Una sonrisa se mantiene con amor, magia y odontología”, Miriam Ortega, cirujana dentista, advirtió sobre las enfermedades que se padecen cuando se descuidan los dientes, como la caries, la formación de abscesos, gingivitis, placa; cuando la encía se contrae, la pérdida de piezas frontales que hace que no se puedan pronunciar algunas palabras, porque la lengua se recarga en los dientes para pronunciar letras como la ele y la erre.
“Cuando se tiene una pieza rota, se pueden afectar articulaciones cuando la comida se introduce en ella y alteramos nuestra masticación, una mala masticación nos llevará a problemas estomacales”, añadió la especialista, quien recordó que quien pierde piezas pierde funciones y capacidad de llevar el alimento al estómago de la manera más digerida, lo que provocará que trabaje de más, inflamación, gases y colitis”.
Las infecciones dentales, expuso, están asociadas con la neumonía, las bacterias que causan la caries también son precursoras de alguna enfermedad cardiovascular y de úlceras estomacales; la diabetes está muy asociada con enfermedad periodental; otras bacterias están asociadas a un tipo de cáncer y son causa de bebés prematuros; la boca no está separada del resto del cuerpo, por ello cuando se va entrar a una cirugía, nos mandan a arreglar los dientes, para minimizar riesgos.
¿Cómo puedo mantener la salud en mi boca? Con una buena higiene oral y el cepillo ideal; “es importante saber qué puedo hacer y qué requiero, no hay una fórmula básica o general, cada persona tiene una necesidad diferente, dependiendo de eso vamos a elegir el cepillo y auxiliar de limpieza como el hilo dental o el enjuague”.
Luego, la cirujana dentista mostró paso a paso cómo aparecen los primeros dientes, desde los llamados de leche, que se pueden observar entre los seis y 10 meses de edad; los frontales, cuando ya se cuentan los primeros ocho dientes y se recomienda incluir alimentos; entre los 14 y 18 meses empiezan a aparecer los molares y al final los colmillos o caninos, superiores e inferiores, que le permiten al pequeño empezar a desagarrar el alimento (entre los 17 y 23 meses), con una alimentación más sólida. Hacia el final de los dos años se completa la dentición temporal.
Después de ésta, hay una dentición mixta, se irán cayendo los dientes temporales y emergerán los permanentes; hay que tener mucho cuidado en esta etapa que inicia a partir de los cinco años, porque estamos acostumbrados a ver que los dientes de adulto aparecen cuando se caen los de leche, pero no siempre es así, indicó.
Los primeros dientes que van a erupcionar son los molares y van a salir hasta atrás de todos los dientes de leche.
Este es un grave problema, porque cuando vemos que a los seis años emerge un molar y lo descuidamos por estar hasta atrás, son los primeros que se carean y entonces es muy triste que a los ocho años estemos retirando el primer diente permanente por un descuido; desde los cinco años hay que empezar a cuidar con mayor detalle la erupción de los dientes porque vamos a tener la dentición permanente, secundaria o dientes de adulto, concluyó.
