Mariana González Vega

“Nos llegaron nuevas luchas”

La estudiante quiere ser abogada y aportar al despertar social

“Nos llegaron nuevas luchas”
La estudiante quiere ser abogada y aportar al despertar social

En 2019, el CCH no sólo festejó 48 años, también vivió un hecho afortunado, peculiar: su matrícula alcanzó el millón de alumnos. Ese golpe de suerte le correspondió a Mariana González Vega, una estudiante de entonces 15 años que llegaba feliz a inscribirse al plantel Naucalpan.

En aquel año, en una entrevista publicada en Gaceta CCH, Mariana se notaba contenta y lo expresaba: “Me siento muy orgullosa de estudiar en el Colegio, porque ha sido una tradición familiar. Mis tíos estudiaron aquí, me contaban que era una escuela muy grande, de excelente nivel. ¡No sabía que yo era la alumna un millón. Si ya me enorgullecía ser parte de la institución, ahora más! Estoy consciente de que mi compromiso se duplica”.

Después hizo un repaso por su primer semestre, cuando aprendió a conocer mejor su plantel, a sentirse identificada con el CCH: “Recuerdo que hicimos una exposición respecto a la creación del Colegio, de la cual aprendí mucho. También comprobé que los profesores cuentan con una gran preparación y son accesibles, humanos. Me di cuenta de que para el CCH es muy importante la integración de toda la comunidad. Mi paso por el CCH ha sido muy agradable. Me enamoré de la escuela, su gente, esto es la esencia del Colegio”.

 

Institución de medio siglo

Dos años después, Gaceta CCH entrevista a Mariana, pero ahora en el contexto de los festejos por el cincuentenario del Colegio. Aquella emoción por ser la alumna un millón no se desvanece. Al contrario. La ha acompañado hasta el sexto semestre, momento en que ha tomado una decisión relevante: “Voy a estudiar Derecho”, dice convencida. Y explica su elección: “Quiero ser abogada en esta etapa social en la que nos encontramos, donde todos están alzando su voz. Me resulta simplemente maravilloso poner mi granito de arena apoyando a las personas en este gran despertar social”.

Y continúa: “Desde pequeña tenía el deseo de que algún día nuestra realidad cambiara, que dejaran de cometerse tantos abusos contra las personas, que por fin un día sean más las noticias sobre nuevos descubrimientos y logros que de injusticias, corrupción y tragedias. Me han dicho que yo no puedo cambiar el mundo y confieso que yo me lo creí, pero conforme pasaba el tiempo yo iba creciendo no sólo físicamente, formé mi propio carácter, escribí mis propias reglas y cambié mi forma de pensar tan limitante. Comprendí que, si yo quería cambiar el mundo, entonces debía cambiar primero mi realidad. Empecé a confiar en mí y dejé de esperar que alguien llegara con una varita mágica; no quería que me volvieran a decir que era imposible, no quería que me volvieran a callar”.

Para elegir adecuadamente una carrera, afirma, son útiles los apoyos que brinda el CCH. “Parte de mi gran cambio fue debido al CCH. Mis amigos y los profesores me ayudaron a darme cuenta de mis capacidades e intereses, pero también a trabajar mis limitaciones y, sobre todo, a mejorar como persona. Soy una estudiante difícil y rebelde, soy terca y para muchos profesores fui un dolor de cabeza, pero un día una profesora se dio cuenta de que en realidad mi problema era mi falta de confianza, y ella me enseñó a confiar en mí, a decir lo que pensaba”.

En ese sentido, comenta, la orientación vocacional del CCH “es algo más profundo que asesorías y exámenes de aptitudes; llega a nosotros desde el momento en el que nos volvemos parte de la UNAM, se nos brinda todos los días en clase, está presente en los debates con nuestros profesores y en los tres principios básicos del CCH”.

 

“La chica del millón”

A dos años de distancia, el hecho de ser la alumna un millón del CCH la sigue haciendo feliz. “En un principio creía que era simple suerte. Mi cara estaba en la portada de la Gaceta, me hacían entrevistas y un día ya todos me decían ‘La chica del millón’, pero ser reconocida sólo por el azar me causaba conflicto. No era un logro mío. Pero hoy ese pensamiento cambió: ser la alumna un millón es un logro de todos nosotros”.

En el cumpleaños 50 años del CCH lanza una felicitación y un exhorto: “Debemos sentirnos orgullosos, pero también recordar todo el esfuerzo y la lucha que se vivió para llegar a donde se ha llegado. Con la llegada de este aniversario, también nos llegaron nuevas luchas y debemos tener la seguridad de que dentro de otros 50 años futuras generaciones valorarán este legado”. 

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