Julieta Fierro Gossman, astrónoma de la UNAM e investigadora de prestigio internacional, compartió con los estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades, y en el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, un inspirador mensaje sobre los estudios científicos, la felicidad personal, el estudio del conocimiento y los retos de las científicas.
“La ciencia sirve para salvar a la humanidad y debe vincularse con la industria y los problemas de la humanidad”, indicó la divulgadora durante la conferencia “Mujeres en la Ciencia”, que impartió el pasado 12 de febrero a través de FacebookLive.
La autora de libros como La familia del Sol, La evolución química del universo y La luz de las estrellas, entre muchos otros, comentó: “Este es un gran momento para que las mujeres se dediquen a la ciencia y no se den por vencidas en el cumplimiento de sus sueños”, ya que la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) plantea el derecho humano para la educación, durante toda la vida, es decir, que cada ser humano aprenda a aprender por gusto lo que decida”. Y una vez que lo hacen por este camino, “se puede seguir aprendiendo toda la vida”, sostuvo.
Fierro agregó: “Las mujeres son importantes en las ciencias, porque entienden las necesidades de su género y porque han aprendido a hacerlo por gusto”. Y a continuación expuso los retos que enfrentan las mujeres al dedicarse a una actividad científica y compaginarla con las responsabilidades de la familia.
En otra parte de su conversación recomendó seguir estudiando y pedir ayuda cuando no se conozca sobre el tema, “pues no se sabe todo y es necesario actualizarse e innovar para continuar aprendiendo”. Para concluir, la investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM respondió a preguntas de los alumnos sobre el desarrollo de la investigación y género.
Astrofísica
Fierro Gossman es egresada de la Facultad de Ciencias de la UNAM, donde estudió física y astrofísica, especializándose en materia interestelar, así como en estudios sobre el Sistema Solar.
Otras obras importantes de la reconocida científica mexicana son: La astronomía de México, Cartas Astrales: un romance científico del tercer tipo y Extraterrestres. En este último se pregunta qué tanta posibilidad hay de que nos visiten los extraterrestres, qué es la vida extraterrestre o cuándo podremos viajar a otros planetas o galaxias para encontrarla.
En 2004, Fierro ingresó a la Academia Mexicana de la Lengua, donde ocupa la Silla XXV; además es miembro del Sistema Nacional de Investigadores en su máximo nivel. Ha ocupado cargos como vicepresidenta y presidenta de la Comisión de Educación de la Unión Astronómica Internacional y presidenta de la Academia Mexicana de Profesores de Ciencias Naturales y de la Asociación Mexicana de Museos de Ciencia y Tecnología. También perteneció a la mesa directiva de la Sociedad Astronómica del Pacífico, que se ocupa de manera prioritaria de difundir la ciencia para mejorar la educación.
Además de ser investigadora, docente y autora de libros, ha escrito decenas de artículos para todos los niveles, y publicaciones en importantes periódicos nacionales. Uno de sus textos se publicó en maya. Con el fin de dar a conocer el mundo de la ciencia a un gran número de personas, ha dictado centenares de conferencias y diseñado numerosos talleres de ciencia para niños. El año pasado publicó una serie de actividades para realizar en casa durante los periodos de cuarentena debido a la pandemia de Covid-19.
La divulgadora universitaria ha sido distinguida con diversos galardones. Entre ellos, el Premio de divulgación de la Academia de Ciencias del Tercer Mundo (1992), el Premio Kalinga-Unesco (1995), la Medalla de Oro Primo Rovis, del Centro de Astrofísica Teórica de Trieste (1996), el Premio Klumpke-Roberts, de Sociedad Astronómica del Pacífico EU (1998) y el Premio Latinoamericano de Popularización de la Ciencia, otorgado en Chile (2001).
Asimismo, la Medalla al Mérito Ciudadano de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal (2003), la Medalla Benito Juárez (2004) y el Reconocimiento Flama, Universidad Autónoma de Nuevo León (2005).
