Fabiola Torres-Alzaga llega al Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) con una potente provocación acerca de la censura titulada Las desinvitadas, una instalación que rescata, en buena medida, el lenguaje del cine, en particular las películas en blanco y negro sobre historias de fantasmas.
Desde una perspectiva que se aleja de la geografía efímera y bidimensional que las caracteriza, la artista desarrolla una nueva interpretación del set de filmación.
La muestra podrá ser visitada en la Sala 3 del recinto desde el 12 de octubre hasta febrero del próximo año. “En esta obra he estado investigando durante tres años sobre la censura en el cine. Me intrigaba entender cómo, aunque nació con cierta libertad —incluso espacial en el set de filmación—, el cine, siendo un nuevo medio, generaba aproximaciones diferentes a lo visual respecto a lo que venimos viviendo como humanidad”, explicó la artista.
Con el tiempo, el cine se convirtió en una industria, lo que llevó a que las expresiones en las imágenes fueran inicialmente muy abiertas. Sin embargo, esto también dio lugar a diversas prohibiciones y mecanismos de censura, impulsados en Hollywood por el Código Hays, que excluyó del paisaje cinematográfico identidades sexuales diferentes.
En la tónica del horror, entre lo que se ve y lo que queda oculto, Torres-Alzaga ahonda en la representación cinematográfica y sus opacidades, explorando cómo influyó en la construcción del imaginario social.
La instalación consiste en la creación de un set de filmación donde el público podrá observar tanto la escenografía como el montaje tras bambalinas. Esta propuesta busca generar un entendimiento más profundo sobre la dimensionalidad del lenguaje fílmico, resaltando “esa geografía tan específica del cine, efímera y bidimensional, que deja muchos espacios sin resolver para el espectador”.