sahara dust

Meteorología Aplicada

Es un fenómeno recurrente aquí, con ventajas y afectaciones

Meteorología Aplicada
Es un fenómeno recurrente aquí, con ventajas y afectaciones

La meteorología “está en nuestro día a día”, como lo evidencia la llegada a México de polvo del desierto del Sahara, procedente de África, el cual ha propiciado que se incremente hasta 300 por ciento el número de partículas que respira la gente en México cada año, a consecuencia de ese  fenómeno.

Así lo aseguró el doctor Luis Antonio Ladino Moreno, investigador titular A y jefe del Departamento de Meteorología del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México, al ofrecer la conferencia “La Meteorología y el polvo del Sahara”, en el marco de las actividades del Día Meteorológico Mundial, organizado por el Programa de Estaciones Meteorológicas del Bachillerato Universitario (PEMBU), en Vallejo.

Ladino recordó que la zona del desierto del Sahara comprende diferentes países y es considerada la más grande del planeta, con una superficie de nueve millones 400 mil kilómetros cuadrados. Dependiendo de la época del año, dijo, puede desplazar polvo a otros continentes causando distintas afectaciones.

Para que esto suceda, expuso, los procesos meteorológicos que intervienen son los llamados de convección, corrientes de viento que permiten que el polvo se eleve unos 7 kilómetros para que puedan ser transportado, en ocasiones viajan por las ondas del este y los vientos alisios que los mueven a México y el Caribe.

¿Qué pasa con esas partículas?

Según el especialista, tiene algunas implicaciones positivas como traer consigo nutrientes buenos para ecosistemas marinos y terrestres; inhibe ciclones tropicales o reduce su categoría y enfría la superficie terrestre, pues al viajar esta masa funciona como un espejo que evita la radiación que llega a la Tierra.

Entre lo negativo, destacó que baja la visibilidad y entorpece las comunicaciones en el transporte, puede influir de manera negativa en la calidad del aire o traer consigo microorganismos que no se encontraban aquí, arrastrando consigo patógenos, además afectan la formación de nubes y alteran los ciclos de lluvia.

Todo esto lo sabemos gracias a los estudios meteorológicos, por ejemplo, el realizado por el Observatorio instalado en la Universidad Autónoma de Yucatán, que diseñó la investigación African Dust And Biomass Burning Over Yucatán (ADABBOY), que confirmó la llegada anual a este país del polvo del Sahara  y la degradación de la calidad del aire. 

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