nuevas prácticas docentes

La educación hoy

Profesores deben recuperar el gusto por sus labores

La educación hoy
Profesores deben recuperar el gusto por sus labores

Los nuevos retos en materia educativa demandan nuevas prácticas docentes, en las cuales haya más conocimiento sobre la realidad y se fortalezca un ambiente de acompañamiento y colaboración entre profesores, estudiantes y directivos, pero también, donde el docente renueve su compromiso y recupere el gusto por esta actividad, consideró Mario Rueda Beltrán, del Instituto de Investigaciones Sobre la Universidad y la Educación.

Al ofrecer la conferencia “La enseñanza y el aprendizaje en la educación hoy: aportes desde la investigación científica”, el especialista llamó a los profesores a reconocer la importancia de su  labor, lo cual tiene que ver también con recuperar el gusto y la satisfacción por la actividad docente, para construir relaciones de calidad.

Asimismo, identificar y reconocer las propias características y manifestaciones en el actuar como docente, particularmente responderse cómo soy, cómo me gustaría ser, qué condiciones institucionales son necesarias, qué aspectos reforzar o cambiar, señaló en la conferencia que forma parte del Seminario Didáctica de las Disciplinas, organizado por el Consejo Académico del Bachillerato (CAB).

En su opinión, la interrupción prolongada de la enseñanza presencial también es un buen momento para preguntarse si el papel de las instituciones seguirá siendo el mismo; cuál es el papel de la docencia; qué enseñar y cómo; cuál es el sentido de mi actividad como académico y cuál es la función de las instituciones; qué es lo urgente enseñar; entre otras cosas.

El doctor en Ciencias de la Educación también propuso la integración de componentes socioformativos como ejes centrales de las estrategias a largo plazo: repensar y rediseñar los procesos de enseñanza y aprendizaje, involucrar a los estudiantes, al personal docente y no docente en el diseño de las respuestas demandadas por la emergencia, y emplear las TIC para personalizar la formación de los estudiantes.

En este sentido, enunció los principios éticos asociados a la docencia como actividad profesional: satisfacción por la labor docente, compromiso mediante la generación de aprendizajes significativos, con el desarrollo integral de los estudiantes ( quedó claro con la pandemia que no basta la parte intelectual), con el bienestar del grupo, y con la formación y la capacitación constante en la disciplina y en su enseñanza.

Como ejemplo, el investigador refirió dos experiencias didácticas en curso, la primera corresponde a la enseñanza a través de la tutoría (que realiza la Consejo Nacional de Fomento Educativo), compartió que ahí se promueve una forma de enseñar con éxito impresionante, ya que logra la unión entre alguien que quiere aprender y otro que puede aportar.

Aquí el trabajo educativo es más ético que técnico; todos aprenden de todos, el aprendizaje no se enseña, se contagia; el apoyo es lo que hace salir adelante a los alumnos y la clave es la confianza en la capacidad del estudiante.

La segunda es una investigación educativa basada en acciones de resistencia cotidiana, donde el profesor usa su autonomía de manera creativa, amplía sus roles, innova y crea alianzas. Las autoras, indicó, analizaron estas acciones y reconocieron la capacidad de los docentes para tomar decisiones de manera autónoma y proactiva; así como la motivación subyacente a sus acciones de resistencia y el potencial de dichas acciones para coadyuvar al desarrollo personal, social y ciudadano.

En éste, detalló, hay emociones involucradas que son relevantes para el mantenimiento del compromiso en el vínculo profesor-estudiante, también para el desarrollo de acciones innovadoras, y en el comprometerse con nuevos proyectos y el logro de metas; también se identifica el reconocimiento de necesidades y la sensibilidad de los docentes, la concepción de su rol, y la motivación de sus acciones emocionales como la esperanza, la empatía y la compasión.

Para concluir, el experto se pronunció a favor de fortalecer el ambiente de acompañamiento y colaboración entre colegas, estudiantes y directivos. Ahora, dijo, cada vez más, con las plataformas, nos damos cuenta de cómo otros colegas enseñan y tienen los mismos problemas; es precisamente ahí donde se puede ir creando este ambiente de acompañamiento y colaboración, y reconocer diferentes niveles de intervención en lo personal, colectivo, e institucional.  

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