Advocaciones

Advocaciones del ensayo

Trabajo interdisciplinario hacia textos más profundos y selectos

Advocaciones del ensayo
Trabajo interdisciplinario hacia textos más profundos y selectos

El libro Advocaciones del ensayo nace contemplando el Modelo Educativo del CCH, de la necesidad de formar a sus alumnos de manera crítica, de ir integrando sus reflexiones conforme avanzan en su formación, pero también abre el cuestionamiento de la libertad de expresión que el docente genera, conduce o, en el peor de los casos, puede castrar durante su interacción en la clase con sus estudiantes, explicó Mariana Mercenario Ortega, quien junto con Guillermo Flores Serrano, coordinó el texto antes referido, mismo que llega en formato electrónico para la comunidad del Colegio: https://gaceta.cch.unam.mx/es/editorial/libros/advocaciones-del-ensayo

Se trata, señaló la académica del plantel Naucalpan, de darle al alumno el reconocimiento sobre lo que piensa, “lo cual es muy importante, aunque no sea la gran teoría ni revelación, por su misma edad; es lo principal y en la medida en que vaya entendiendo el sentido de sus lecturas podrá perfilar de mejor manera esas ideas que hoy son nacientes”.

La también galardonada con la Cátedra Especial “Rosario Castellanos” sostiene que en el Colegio más que buscar productos ya terminales, lo que se pretende es hacer énfasis los procesos, porque de esa manera el alumno seguirá aprendiendo y cuando esté en licenciatura, maestría o doctorado sus ensayos tendrán más calidad, mayor argumentación con ideas cada vez más perfiladas, más precisas, e incluso innovadoras.

 

Un género poco observado

“El texto fue idea del maestro Guillermo Flores Serrano, y ambos lo coordinamos. Él percibió la necesidad de reflexionar sobre un género que suele ser un producto de evaluación común entre los profesores de diferentes áreas del conocimiento. Aunque en otros trabajos se ha hablado más sobre los géneros literarios, y todo lo que significa su didáctica y la apropiación de los profesores, así como la narrativa, el ensayo había sido poco observado.”

Es un género de estructura, comenta, de suma coherencia con la visión y el sentido del Modelo Educativo, porque en él se privilegian las ideas del alumno como reflejo de su apropiación del aprendizaje en cualquier disciplina, y el docente le puede proponer un plan de escritura particular de acuerdo con su materia. No queremos de ninguna manera convertir a los alumnos en un Michel de Montaigne, pero sí aspiramos a que, en la apropiación de una cultura básica en el alumno, el ensayo resulte muy bien a ese propósito.

“Creemos que dicho género, como escrito escolar, es realmente muy benéfico para nuestros estudiantes de cualquier materia, lo que les permitiría, incluso, ir integrando la interdisciplina, es decir, cómo trasladar el aprendizaje de una asignatura a otra, o sea, reflexionar sobre sus propios aprendizajes.”

En este caso se creó una vinculación entre el Área de Talleres de Lenguaje y Comunicación y el Área Histórico-Social, particularmente con profesores de la materia de Filosofía, “una experiencia muy afortunada y enriquecedora”.

 

Escuchar a los jóvenes

Es esencial que las ideas de los alumnos sean el centro de ese tipo de escritos, a diferencia del resumen, la reseña crítica o el reporte de investigación. El escritor en el que queremos que nuestros alumnos se conviertan, es el escritor académico. Respetar las ideas de los estudiantes y a partir de ellas hacer observaciones pertinentes adecuadas y productivas, refirió la docente del Área de Talleres de Lenguaje y Comunicación.

El profesor puede encauzar la percepción juvenil con los aprendizajes y las temáticas de su programa, explicó la maestra y doctora en Estudios Mesoamericanos.

En este proceso y conforme escucha a sus compañeros, a los docentes, o participa en conferencias, se va informando, y se da el tiempo de reflexionar y cuestionar, entonces esos escritos que quizás en un principio son ensayos muy elementales, ya tienen una organización de ideas, y poco a poco mejorarán, es decir, no estamos pensando en un ensayo totalmente argumentado, sino que son pequeños pasos hacia el ensayo.

El libro tiene como propósito mostrarle al profesor y al alumno que lo importante es no decaer y tener presente que están en la construcción del proceso en donde cada vez más se hagan ensayos profundos y selectos. El texto incluye ensayos profundos, otros didácticos, incluso con ejemplos y puede servir como material de trabajo de los estudiantes. También sería útil para los estudiantes de la licenciatura. 

 

Por más libros hechos por profesores

“La idea de gestionar libros para y entre los profesores se lo debo al doctor Benjamín Barajas, él desde hace más de 20 años subrayó la importancia que debía concederse a la experiencia y el conocimiento didáctico que los profesores del Colegio podíamos generar. Él advirtió que escribir debía formar parte de la vida académica”, refirió la docente.

Y “vale la pena, hay muchos lugares y temáticas de encuentro que permiten que los profesores de diferentes áreas nos sentemos un momento y charlemos sobre cómo contribuir del lado de la docencia para la formación de los jóvenes universitarios”.

Para concluir, la profesora consideró que actualmente los maestros se han animado más a escribir, “creo que estamos en ese camino, para que cada vez tengamos más títulos de docentes que quieran compartir sus reflexiones su didáctica, sobre los problemas que tienen en sus clases, cómo los han resuelto, y cómo plantearse nuevos desafíos, para seguir haciendo vivo el Colegio”. 

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