Leticia  Elisabet  Santa  María  Gallegos

Enseña igualdad desde hace 35 años

La profesora piensa que debe mostrarse el trabajo femenino en circunstancias equiparables

Enseña igualdad desde hace 35 años
La profesora piensa que debe mostrarse el trabajo femenino en circunstancias equiparables

El Reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz “adquiere relevancia sobre todo, en una sociedad que ha dado un trato diferenciado a hombres y mujeres; todo lo que sirva para equilibrar y reconocer la labor de las personas, independientemente de su sexo, es importante”. Asimismo, el premio “visualiza el trabajo académico, profesional y comprometido que realizamos las mujeres, que muchas veces se hace sobre otras necesidades que tenemos que resolver como mujeres”. Así lo considera Leticia Elisabet Santa María Gallegos, académica del plantel Azcapotzalco.

A lo largo de 35 años de trayectoria docente con perspectiva de género, la profesora se ha distinguido por mostrar el trabajo de las mujeres en igualdad de circunstancias. “Vale tanto el trabajo que realiza un hombre como una mujer, aunque muchas veces la mujer deja de lado el trabajo profesional por dedicarse más a las cuestiones domésticas”, advierte.

 

Condiciones diferentes

De esta manera, afirma, el legado de la llamada “Décima Musa”, que arropa dicho galardón, es vigente. “Es tiempo de hacer un llamado a mirar el rezago que tenemos en la sociedad; es el momento de la competencia, las condiciones no son iguales para hombres y mujeres, por lo que es una parte que aún tiene que resolverse”.

En ese sentido, un espacio que no debe quedar fuera es el escolar. En las aulas, señala, “se tiene que cambiar de actitud, el profesor debe observar detalles; si un chico se burla de una chica, lo dejamos pasar. También hay que estar pendientes del uso del lenguaje o equilibrar las responsabilidades. Por otro lado, las autoridades deben dar seguimiento a las denuncias que existen. En general, atender y mirar a otras formas de relación entre mujeres y hombres en este ámbito. Aun cuando en la UNAM hay menos violencia de género, existen diferencias que se deben trabajar en la cotidianidad”.

La también exalumna del plantel Azcapotzalco apunta: “Siempre se puede hacer algo, mientras nos mantengamos vigilantes y demos el ejemplo. El trabajo que debe hacerse primero es con los profesores, que no haya que llegar a denuncias sino resolver por la vía de la academia, identificar los casos y trabajar en ellos de manera específica en talleres. Muchas veces no observan que su comportamiento es sexista, no lo saben y, sin embargo, así lo ejercen. Lo primero por hacer es identificarlo”.

La académica abundó sobre ese punto: “Se necesita una mayor atención por parte de las autoridades, que se acerquen y trabajen con sus maestros. Nadie nos pregunta cómo estamos o qué se nos ofrece o cómo podemos organizar algunas dinámicas en línea. Si el profesor no está bien, los estudiantes tampoco lo estarán, pues proyectamos estados de ánimo, expectativas, estabilidad. Si no tenemos nada de esos aspectos bajo control o estamos fallando en alguno, todo eso lo proyectamos, por lo que es importante trabajar con los maestros, apoyar más, estar cerca y prevenir”.

 

Retos

 

Falta mucho por recorrer, destaca la profesora y recuerda que en su ingreso como docente existía en el Área de Historia un boom del feminismo. Tan es así, que se desarrollaba el Taller de la Mujer, donde ella participó activamente. “Organizábamos ciclos de conferencias, analizábamos textos, se hacía mucho trabajo espontáneo desde las diferentes áreas. Pero se desvirtuó, hacia actividades que, en lugar de generar conciencia y ganar dignidad en los espacios públicos para las mujeres, fue al revés y se ponía en entredicho de lo que somos capaces. A partir de ahí poco faltó para que se cerrara ese taller”, lamenta.

El ejercicio, analiza a la distancia, tiene mucho de similar con lo que sucede en la actualidad. “Lo que parecía una lucha seria, interesante, donde se discutía, se analizaban autores y demás, se olvidó de los temas del feminismo”.

Hoy, puntualiza, “va en ascenso el movimiento feminista, pero hay sectores políticos que no tienen que ver con esta lucha, aunque la impulsan; en el momento en que se resuelvan esos conflictos políticos, se volverá a desinflar. No sabemos qué resultará en el futuro, pero habrá acomodos, en ese momento se verá qué tanto se avanzó, por lo que se debe aprovechar al máximo este momento”.

Mientras, subraya, es importante transmitirles seguridad a las jóvenes estudiantes del Colegio. “Que hagan a un lado la idea de que son personas incompletas y que no necesitan el complemento del que siempre nos hablan, y que como personas integrales tienen el derecho y las posibilidades de lograr las metas que se propongan”, concluye.

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