Con el tema “Metafísica a toda percepción posible, una fundamentación de la cotidianeidad”, Leonardo Jiménez Troncoso, estudiante de cuarto semestre del plantel Vallejo, logró el primer lugar en el área de Filosofía, de la Primera Olimpiada Cecehachera del Conocimiento.
En su ensayo abordó los conceptos de lo finito e infinito, basado en las ideas del filósofo alemán Immanuel Kant (1724-1804), quien menciona que la metafísica es “el conocimiento especulativo de la razón, enteramente aislado, que se alza por encima de las enseñanzas de la experiencia, mediante meros conceptos”, y que nuestras percepciones se ven alteradas por la tecnología, afectando nuestros conceptos del mundo, el espacio y el tiempo.
Con base en lo anterior, “podemos afirmar que hoy más que nunca vivimos en la era más metafísica de todas, una simulación interminable de pequeños momentos que conforman nuestras vidas que se consumen en el discurso de la inmediata perpetuidad, un discurso tan necesario para pertenecer a esta sociedad y tan homogéneo que ahora es indistinguible de la realidad, y es aquí donde se cimenta la cotidianeidad”, concluye en el trabajo ganador.
El estudiante resalta la importancia de la filosofía: “Al significar amor por el conocimiento, su fin se encuentra en la condición liberadora de la humanidad. Pienso desde el fondo de mi alma que los seres humanos estamos hechos para más, que necesitamos del entendimiento, el arte, la ciencia y el progreso, además de que tenemos sueños que necesitamos saciar. Y para que se logre su cumplimiento, la filosofía tiene mucho que aportar, ya que nos permite reflexionar”.
Asimismo, explica que muchas personas ven lejos de sus vidas a la filosofía, “porque están acostumbradas a ver sólo el aspecto utilitario de las cosas y no se dan cuenta de que esta disciplina puede aportarles valores que van más allá de este aspecto”.
También destaca el trabajo de Víctor Hurtado, profesor de Filosofía, “quien desempeñó un excelente papel de acompañamiento y siempre ha sabido explicar bien los temas”.
Al final, valora la experiencia de haber participado en la Olimpiada del Conocimiento: “Es la oportunidad para que alguien que de verdad sienta una gran pasión por las materias se inscriba, se pruebe y con ello entienda lo que implica el gusto por enfrentarse a algo nuevo. Además, el certamen te mete en un ámbito de competitividad y eso es importante tanto en lo académico, como en social”.
