La educación es un desafío que requiere innovación y mente abierta del docente

Aprendizaje a distancia

La educación es un desafío que requiere innovación y mente abierta del docente

Aprendizaje a distancia
La educación es un desafío que requiere innovación y mente abierta del docente

La contingencia de salud nos llevó a implementar cientos de estrategias para dar cabida a una enseñanza en línea, la cual tuvo algunas ventajas que deben pensarse para no perder sus cualidades, ya que permiten una enseñanza con libertad.

No quiere decir que se renuncie a las clases presenciales, pero hay que considerar que a los estudiantes se les enseñó en un modelo en línea por cerca de dos años; entonces, aprendieron que pueden llegar a ser autónomos en su aprendizaje si lo hacen desde casa.

Es verdad que no hay soluciones universales y menos estandarizadas, y cada estudiante posee una individualidad y un modo de aprendizaje singular. Asimismo, el docente tiene prioridades en su manera de enfocar la enseñanza. Hay que evaluar cómo muchas empresas importantes en el mundo  están llevando a cabo el trabajo híbrido, pues a muchos les acomoda trabajar unos días en casa y otros presenciales.

Además, esta modalidad ofrece comodidades insospechadas para otros tiempos y proporciona un trabajo de relax, principalmente, si se tienen viajes largos de transporte, situación que muchos educandos sufren por vivir lejos de la escuela. La vida de calidad tiene que considerar la importancia del tiempo de reposo y descanso y pensar en tiempos relajados.Las escuelas tienen que pensar las ventajas para mejorar la ciudad, y una de ellas es trabajar de forma híbrida. No se puede perder de vista que las TIC ofrecen cualidades y que dan experiencias educativas que, al combinarse ambas modalidades, pueden ofrecer un espacio en que los alumnos dediquen mayor tiempo al estudio autónomo, y que en algunas clases presenciales se realicen actividades de equipo o grupales y se dialogue de manera presencial.

Considero que, de poder llevar a cabo la modalidad híbrida, sería conveniente desarrollarla en línea, de forma asíncrona, pues este modo proporciona mucha tranquilidad, ya que cada docente y estudiante puede conectarse cuando tiene tiempo y gusto por el aprendizaje. Lo hace a su tiempo y da la posibilidad de que el alumno se autorregule y se vuelva autónomo.

Creo que vivimos tiempos radicales que requieren innovación. Si poseemos en la actualidad tantas herramientas digitales, es un poco anacrónico no utilizarlas, pues es como si la experiencia de las clases en línea no hubiera sido buena, principalmente, porque herramientas como  Microsoft Teams ofrece libertad, y se tienen en una plataforma todos los materiales del semestre para que el alumno se ponga al corriente en los tiempos en que le agrade estudiar.

Quiero compartirles una consternación y preocupación que surgió a raíz de que les comenté a mis alumnos en Teams que quienes habían faltado a clase no podrían sacar 10, ya que no habían desarrollado la capacidad de diálogo filosófico y no habían adquirido la actitud de la tolerancia para dialogar con la diferencia.

Tras pensarlo por segunda ocasión, les dije que si querían sacar 10, tenían que subir a Teams tres videos con diálogos filosóficos, ser profundos y fundamentados, para cumplir con las actitudes filosóficas. Mi sorpresa es que realizaron videos excelentes de temas filosóficos.

Esto me lleva a pensar que la crisis del hecho de que varios alumnos faltaron me llevó a ofrecerles una alternativa de diálogo filosófico y que demostraron interés en ciertos temas.

Y, me pregunto, ¿no será que tenemos que cambiar la enseñanza?, ¿que tenemos que ofrecer tipos de evaluaciones que se adapten a cada individualidad? Ya sé que es un reto y un riesgo, pero también es cierto que la educación es un desafío que requiere de innovación y una mente abierta por parte del docente.

Considero que se deben ofrecer alternativas individuales. Finalmente, los alumnos responden bien a un reto, por ejemplo, al mostrar su reflexión en un video fuera del aula, pero son tiempos de propuestas personales, al ritmo y gusto de cada individuo.

Es un reto que, por supuesto no nos gusta, ya que estamos en la mentalidad de que todos tienen que estar en el salón y atender, cosa que no se cumple. Buscando una alternativa, los alumnos respondieron con trabajos bien hechos, pero dándoles oportunidad a su ritmo, a su gusto, a su tiempo.

Reto muy difícil de aceptar y procesar. Invito a una reflexión de que la escuela tiene que cambiar, ¿Cómo lo vamos a hacer? Todavía no lo tengo claro. Sin embargo, ofrecer diversidad, flexibilidad, y retar a los alumnos, en la innovación, puede ser una guía en el camino difícil de la enseñanza.

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