Una traducción oral de lo que se lee, así me gusta pensar el nuevo libro de Alejandro Magallanes, Las letras son dibujos (Reservoir Books, 2022), donde el autor emprende un ensayo sobre sus ideas acerca del acto de leer e interpretar la lectura.
Entre garabatos, trazos y líneas pensadas para un destino, la obra de Magallanes suele ser un aforismo, un verso muy bien calibrado. En el prólogo del libro, el escritor argentino Alberto Manguel acierta a decir:
Magallanes es sin duda una de las autoridades máximas
de este oficio y su inmenso talento de artista gráfico inspira
(pero no limita) la obra que aquí tenemos en las manos.
A los alumnos del Colegio de Ciencias y Humanidades este libro les otorga una visión diferente de lo que se puede hacer dentro de la literatura, pues al ser una colección de ensayos, pero no a la manera clásica, escolarizada, sino que se entrelaza con carteles, libros para niños y niñas, el dibujo, el diseño y el concepto mismo de autoría, podrán reconocer un especial perfil dentro de este género.
A su manera, Las letras son dibujos es un almanaque de experimentos filosóficos, una forma de bestiario de dibujos y sonidos, es una montaña rusa para la vista, un divertimento para escritores, diseñadores y lectores ávidos.
La lectura de esta galería no es lineal, no debería serlo. Abrirlo, a la suerte de una Rayuela, de Cortázar, es la petición (no dicha) por parte del autor. El libre albedrío del lector juega un rol importante dentro de esta estructura, dentro de este desorden ordenado que es el libro.
Además del prólogo de Manguel y las ilustraciones y ensayos, el libro cuenta con entrevistas que le han hecho a Magallanes en diversos medios en las que da cuenta de su punto de vista sobre carteles o libros específicos y su opinión acerca del arte gráfico, la ilustración, los cómics y demás asuntos trascendentales del diseño.
Sin duda, este libro es una muestra del interesante mundo de las imágenes, del acompañamiento que se hace entre letras y dibujos, entre el texto y la ilustración, el cual será de gran utilidad para las jóvenes mentes que están detrás de crear un universo que comparta ambos lenguajes.
En el Colegio de Ciencias y Humanidades es fundamental el proceso de enseñanza-aprendizaje, por lo que propuestas editoriales como ésta son una perfecta oportunidad para recrear ese desarrollo en el que la creación hace sinergia con la teoría. No cabe duda que la suma creativa de Magallanes es una composición, casi pictórica, de color con la frase justa, un equilibrio de disciplinas.
La formación interdisciplinaria del CCH va en la dirección de forjar a alumnos capaces de combinar disciplinas que creen productos artísticos. Así, este libro será, entre el estudiantado, una muestra de formación y asimilación.
Sin duda, Las letras son dibujos recrea uno de valores fundamentales en el Colegio: el aprender a aprender, donde el autor pone de manifiesto sus propias obsesiones y aprendizajes como creador.
La obra de un autor como Alejandro Magallanes es una gran oportunidad para asimilar dos perfiles fundamentales: el del artista gráfico y el del escritor de una obra ensayística calibrada e inteligente, con adornos que van de la metáfora al texto cerebral.
Este, sin duda, es uno de los textos más originales de Magallanes, pues pone en evidencia el grado de fascinación por mezclar géneros, desde la narrativa hasta la estilística visual.
El artista gráfico es uno de los diseñadores más interesantes e importantes de este país, ejemplo de ello son sus trabajos en editoriales como Almadía, a la que dotó de una imagen única.
Leer este libro aporta ingenio, humor e inteligencia.
