La dedicación y pasión para impulsar la enseñanza de la ciencia matemática es uno de los atributos que más admira la profesora Guadalupe Xóchitl Chávez Pérez, del plantel Sur, del ingeniero Sotero Prieto Rodríguez.
Ahora, la docente es galardonada por su destacada trayectoria académica con la Cátedra Especial en el Área de Matemáticas, que lleva el nombre del renombrado científico mexicano.
Chávez Pérez comparte este esfuerzo con el ilustre matemático, ya que se ha distinguido por más de tres décadas por impulsar la enseñanza de dicha disciplina en el CCH de manera sencilla, al vincularla con la realidad cotidiana que viven los adolescentes.
Se trata, compartió la profesora, de verla en nuestra vida diaria, en todas partes. “Busco que mis alumnos vean esto. No creo que sea fácil, a mí no se me ha hecho tan fácil, pero sí sé lo suficiente y cada día voy aprendiendo más de las matemáticas, por eso me gusta mucho seguir dando clase porque cada día aprendo más”.
Trabajo del profesorado
La maestra en Educación Matemática por la extinta Unidad Académica de los Ciclos Profesional y de Posgrado (UACPyP), del CCH, destacó que a partir del interés de Sotero Prieto por impulsar la disciplina se formó lo que ahora se conoce como la Facultad de Ciencias.
“Su pasión por las matemáticas es algo que me deja mucho y que trato de mostrar a los alumnos. Mi idea es que muchos lo conozcan, porque pienso que fue un hacedor de cambios y creo que los jóvenes podrían aprender a ser una persona como lo fue él”.
La maestra, quien también impartió clases en la Facultad de Ciencias y en el Colegio de Bachilleres, se dijo emocionada por el galardón que el Colegio de Ciencias y Humanidades, a través del Consejo Técnico, le ha otorgado.
“Con esta cátedra se reconoce la trayectoria académica de los maestros; lamentablemente, sólo lo dan a los profesores de carrera, aunque considero que hay muchos profesores de asignatura que trabajan mucho, toda su vida, y son merecedores de un premio para impulsarlos más”.
Asimismo, comentó que reconocer este trabajo es un magnífico gesto para aplaudir el compromiso de los docentes en el Colegio.
“Me siento feliz, emocionada y alegre, porque después de tantos años de trabajo está la recompensa. Es un reconocimiento a todo el esfuerzo que se hace día tras día para que nuestros alumnos aprendan. Una recompensa especial fue cuando una alumna me detuvo en un pasillo y me dijo: ‘gracias, maestra, por ser como es, nunca cambie, su clase es fabulosa’; eso es un premio también”.
Valor del conocimiento
Al reflexionar sobre los desafíos que tiene el profesor por incentivar el gusto de las matemáticas frente a un ambiente donde cada vez más se demerita el valor del conocimiento, la maestra señaló que se debe mostrar a los jóvenes la otra parte del saber que cambia la vida de una persona.
La educación, indicó, es una cosa diferente a tener dinero, hay que mostrarles a los estudiantes ejemplos de mexicanos destacados en esta área, y cómo sus conocimientos han servido, incluso, para crear cosas que hoy son comunes, como los videojuegos; si la aprenden, poco a poco la vida se les hará más fácil en todos los sentidos.
En este sentido, se pronunció porque los profesores reflexionen sobre su quehacer docente en el aula, y ver diferentes formas de trabajo posible. Resaltó como relevante que aquellos más jóvenes se incorporen al trabajo colegiado a través de seminarios, una labor que abre el panorama sobre las posibilidades que existen para que los chicos aprendan.
En un ejercicio en prospectiva, consideró que el CCH tiene que caminar hacia una enseñanza híbrida mixta, “donde estemos en forma presencial, pero a la vez tengamos comunicación con nuestros alumnos por la tecnología. No debemos regresar a lo que estábamos haciendo antes sino dar la clase apoyados por la tecnología”, concluyó.
