Los jóvenes pasan por situaciones de violencia de género y no saben a quién recurrir, por lo que como profesores es importante ponerse en sus zapatos y brindarles la información necesaria de qué hacer y a dónde dirigirse, sobre todo cuando ellos, adolescentes, se encuentran en el proceso de construcción de su identidad.
Lo anterior fue tema de reflexión entre los académicos de los cinco planteles del Colegio de Ciencias y Humanidades que participaron en el Diplomado Feminismo: formación, sensibilización y propuestas didácticas, que coordinaron las maestras Silvia Velasco Ruiz y Cintia Martínez Velasco.
Protocolo
La sesión de trabajo incluyó la presentación de Janet Becerra Ramos, especialista en derechos humanos desde la perspectiva del derecho administrativo, y quien actualmente es abogada adscrita a la Defensoría de Derechos Universitarios, Igualdad y Atención a la Violencia de Género (DDUIAVG) de la UNAM.
Su exposición versó en torno al Protocolo de Atención para casos de violencia de género, y para ello explicó las funciones de la DDUIAVG: recibir quejas por violencia de género y brindar asesoría al respecto, implementar medidas precautorias, ofrecer atención psicológica, médica y jurídica a víctimas, y participar en estrategias de difusión para su prevención.
Entre las conductas que más se registran, dijo, están los chistes sexuales, comentarios misóginos y machistas, invitaciones indeseables y persistentes, contactos físicos indeseados, insinuaciones sexuales, amenazar a una persona con reprobarla, o bajarla de puesto, o cuestiones similares, si no se mantiene un contacto sexual, entre otros.
Entre los principios de la DDUIAVG están la buena fe, objetividad, imparcialidad, legalidad, debida diligencia, confidencialidad y eficiencia, todo encaminado a la mejor atención de las personas en calidad de víctimas, apuntó.
La atención que ofrece la DDUIAVG aplica para actos de violencia de género ocurridos dentro de la Universidad, así como en espacios ajenos a ésta, siempre que exista un vínculo con la UNAM.
Asimismo, destacó los principios del protocolo de atención: debida diligencia, es decir, la prevención razonable de parte de las autoridades universitarias; investigación por una queja de violencia de género y la sanción proporcional a los hechos; además, la no revictimización de la persona; información clara de todo el proceso; la confidencialidad y accesibilidad.
Velazco Ruiz instó a los docentes a que, “a través de ellos, acerquen esta información al alumnado, para que sepan qué hacer y cuál procedimiento seguir ante un acto de violencia de género”. El Seminario se realizó del 10 de agosto al 17 de septiembre de este año.
De acuerdo con el Tercer Informe, a partir de la implementación del Protocolo, de junio 2018 a junio 2019, 99.3 % de las quejas fueron interpuestas por mujeres, y 94.5 % de los señalados como agresor fueron hombres.
