Maharba Annel González García, docente de Filosofía y miembro activo de la CInIG del plantel, y las alumnas Daniela Yoselyn García Díaz, Fabiola Martínez Aguilar, Sheila Stephanie Zamorano Sánchez y Brenda Diana Salazar López participaron en el Conversatorio rumbo al 25N, en el que criticaron que la violencia de género siga silenciada o normalizada y la creencia de que es un problema que deben resolver sólo las feministas.
En el marco del 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, docente y cecehacheras recordaron el contexto en el que surge esta conmemoración, a raíz del asesinato de las hermanas Mirabal en República Dominicana, y la importancia que tiene dedicar esta fecha a visibilizar el problema en todas las latitudes.
Luego de definir las diferentes formas de violencia de género que existen, reconocieron que ellas mismas han vivido violencia económica, psicológica, física, emocional e incluso sexual, y que, como mujeres tienen la certeza de que “no merecemos ser violadas por el marido ni ser acosadas ni ofendidas en las calles”.
Que no te suceda a ti, no quiere decir que no sucede, aseguraron al explicar que la trata de personas, la mutilación genital femenina, el matrimonio infantil y el ciberacoso también son formas de violencia que hay que erradicar.
Las alumnas recordaron que no es igual la violencia en comunidades indígenas que en las altas esferas económicas, pero la violencia siempre es violencia y daña.
En ese sentido, consideraron que “tenemos que hablar con los hombres de estos temas para llegar a un punto en donde nos miren como iguales, ellos también han sido víctimas de una educación machista fomentada incluso por las mismas mujeres, pero ahora deben entender que el feminismo no es un tema ajeno a ellos.
Las escuelas, acotaron, son reflejo de la sociedad, así que debemos educar para que mañana se erradique la violencia; educar a los jóvenes en temas de género implica cambiar el mañana, cuando compartimos nuestros conocimientos generamos un cambio. Para ello, es importante informarnos para distinguir si somos violentadas, porque la información es poder.
Al concluir, comentaron que, “como mujeres, dentro del machismo nos han silenciado, pero nunca más tendrán el privilegio de nuestro silencio. El problema de violencia que vivimos no lo tienen que solucionar sólo las feministas, es un problema de todos y todas”.