Agentas

Un recuento necesario

En 20 ensayos se da cuenta del trabajo de relevantes gestoras en esta actividad

Un recuento necesario
En 20 ensayos se da cuenta del trabajo de relevantes gestoras en esta actividad

Gestoras culturales como Pita Amor, María Asúnsolo, Lydia Sada y Dolores Olmedo son algunas de las protagonistas del libro Agentas culturales del siglo XX. Desafíos de una gestión, editado por Graciela de la Torre y Ana Garduño, y publicado por la Coordinación de Difusión Cultural, a través de la Dirección de Publicaciones y Fomento Editorial.

Se trata de un proyecto pionero desarrollado desde un enfoque divulgativo, dedicado a públicos generales, que visibiliza la activa participación de las mujeres en el ámbito artístico mexicano durante la pasada centuria, a través de la inclusión de veinte ensayos realizados por especialistas en el estudio de la producción, recepción y divulgación del arte, como Eréndira Derbez, Claudia Barragán Arellano, Andrea Cuevas y Mariana Palma Narváez.

Para Rosa Beltrán, coordinadora de Difusión Cultural, según plasma en el prólogo del libro, se trata de un aporte imprescindible para comprender el trabajo al frente, a los lados y detrás del arte que ejercieron políticas y prácticas ajenas a las posturas dominantes y cuya labor no siempre aparece en los catálogos o en los libros.

Un aporte de este libro es el de haber logrado generar un cambio en la visión que se tenía de algunas creadoras, pues en general fueron consideradas en otros trabajos como musas inspiradoras (tal es el caso de Frida Kahlo, Lupe Marín, María Antonieta Rivas Mercado y María Asúnsolo), lo cual impidió que fuera visible su trabajo en la promoción, mediación y divulgación del arte; tampoco pudieron ser estudiadas como creadoras de una verdadera narrativa artística.

Ana Garduño, doctora en Historia del Arte por la UNAM y editora de Agentas culturales del siglo XX. Desafíos de una gestión, consideró que los textos están escritos por profesionales de diversas disciplinas relacionadas con la historia del arte, algunos de larga trayectoria combinados con jóvenes generaciones de especialistas. La idea es empezar a rellenar un hueco que existe en la historiografía mexicana en relación con el estudio de las agentes culturales que han marcado una impronta en el escenario de las artes visuales en el país. “No existe, a la fecha, un compendio biográfico que examine en un solo volumen a algunas de las más destacadas gestoras culturales de la modernidad”, concluyó.

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