Con una ceremonia especial, la develación de una placa conmemorativa y un panel de conversación entre académicos, administrativos y laboratoristas, se celebraron los 50 años del Laboratorio Central del Colegio de Ciencias y Humanidades, que ha “contribuido de manera notable al aprendizaje de nuestros alumnos en el ámbito de las ciencias naturales”.
“Celebramos la creación del Laboratorio Central y del Sistema de Laboratorios del CCH con especial dedicatoria a las y los laboratoristas, cuya labor ha fortalecido a lo largo de muchos años el proyecto académico del Colegio”, aseguró el director general, Benjamín Barajas Sánchez.
Sostuvo que el Modelo Educativo y sus principios pedagógicos serían impensables sin el trabajo que se desarrolla cotidianamente en todos los laboratorios, donde se aprende a aprender, mediante el trabajo en equipo; se aprende a hacer, a través de la experimentación, y se aprende a ser, “porque las ciencias y la técnica deben ejercerse con apego a los valores y principios éticos y morales”.
En ese sentido, abundó, se debe reconocer el trabajo de las y los laboratoristas, pues su labor ha sido muy valiosa en la formación de incontables alumnos que han destacado en diversas áreas del conocimiento y se han convertido en directores de diversas entidades universitarias, además de haber incursionado de manera exitosa en la ciencia.
También, en el ámbito administrativo festejamos la importancia de la creación del Laboratorio Central, “cuya principal función consiste en proporcionar a los cinco planteles todas las sustancias, materiales y equipos para los experimentos en las asignaturas de Química, Física y Biología”.
Desde 1972, los profesores de Ciencias Experimentales y los laboratoristas han crecido juntos en los laboratorios del CCH, “donde las y los laboratoristas siembre han sido y serán de gran apoyo para realizar el trabajo de experimentación con los estudiantes”, señaló Martha Patricia López Abundio, directora del plantel Azcapotzalco.
Felicidades a todo el personal del Laboratorio Central, porque además de que reciben y cuidan el material para preservar el medio ambiente, lo distribuyen a los cinco planteles a tiempo y de manera adecuada para que los alumnos desarrollen habilidades y técnicas en las prácticas de laboratorio, puntualizó la maestra.
Por su parte, Ángel Ávila Villagrán, jefe del Laboratorio Central, apuntó que desde esas instalaciones se apuntala la misión del Modelo Educativo del Colegio, que otorga al estudiante el papel de actor principal del proceso educativo, para seguir formando a miles de jóvenes en diferentes generaciones.
Asimismo, “gestionamos el cumplimiento a los reglamentos y normatividad en el uso de sustancias, para tener un desempeño acorde con la sustentabilidad del planeta y las tareas sustantivas de la Universidad”.
Reviven recuerdos y experiencias
Los laboratoristas María Concepción Rivera, Raquel Martínez López y Alan Mendoza participaron en el panel “Evolución histórica del servicio del Laboratorio Central del CCH”, en el cual recordaron sus experiencias de trabajo a lo largo de estas cinco décadas y coincidieron en la satisfacción y el orgullo que sienten de haber contribuido a consolidar esta importante instancia.
Aquí aprendieron, entre muchas otras cosas, sobre el manejo de sustancias bajo estrictas normas de seguridad; a brindar un servicio de calidad a los laboratorios de los cinco planteles, e incluso a crear manuales de manejo de sustancias.
Por otra parte, los profesores David Castillo Muñoz y Ángel Ávila Villagrán hablaron sobre la importancia de hacer equipos de trabajo tomando en cuenta la calidad humana de los laboratoristas, para realizar un trabajo colaborativo, compartiendo éxitos, y de aplicar el reglamento del laboratorio para mejorar el trabajo de experimentación en beneficio de los alumnos del Colegio.
