Se deben gestar nuevas formas de convivencia

Matriarcado y patriarcado

Se deben gestar nuevas formas de convivencia

Matriarcado y patriarcado
Se deben gestar nuevas formas de convivencia

Reproducir actitudes de control, autoritarismo y violencia hacia otros seres humanos imponiendo ideas, decisiones y poder hacia otros, invalidando las libertades de los demás, son actitudes machistas que, con frecuencia, se ejercen por las mujeres sin que exista plena conciencia de ello.

Este fenómeno de reproducción de actitudes machistas no es ajeno a ninguna sociedad, ya que históricamente las mujeres han vivido este tipo de acciones que, lamentablemente, se han aprendido.

Pero, ¿por qué se reproducen acciones que socialmente son reprochables? Entre otras razones, por el hecho de que el ser humano es una especie que aprende a partir de la imitación y de la reproducción de actos que se perciben como funcionales; por ejemplo, un niño aprende que llorar es el medio para obtener lo que desea.

En el ámbito social, se sabe que cuando una persona amenaza y golpea a otra con frecuencia, ésta se somete.

A partir de esta experiencia de vida, un sinfín de mujeres cree que la violencia es la única vía para lograr el reconocimiento de sus derechos, sin darse cuenta o minimizando el hecho de que cualquier actitud de violencia, en cualquiera de sus manifestaciones, invalida a los demás y son actos eminentemente patriarcales, que evidencian la perpetuidad de poder de unos hacia otros.

Ante este panorama, es importante reflexionar si el fin del patriarcado se logrará con actitudes matriarcales igualmente nocivas y dañinas que las primeras o si es necesario que como sociedad se gesten nuevas formas de convivencia para lograr el reconocimiento de los derechos humanos y así una sociedad más justa e igualitaria.

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