La ternura es un estímulo importante para ser usado en la institución y generar espacios seguros, sensibles y efectivos para apoyar la formación del estudiante, desterrar la desigualdad, favorecer espacios feministas de expresión y ayudar a construir la equidad de género, consideró la psicóloga social Tania Jiménez Hernández, al participar en el ciclo Jueves para la Igualdad, del plantel Vallejo.
Hernández explicó que hablar de la Pedagogía de la ternura es hacerlo acerca de los espacios necesarios para desarrollarla y también sobre la responsabilidad, “porque en una sociedad sana debemos responsabilizarnos”.
Recordó que en las escuelas se margina a la ternura, no se permite la manifestación de los afectos o las emociones, sólo prevalece el intelecto, cuando “la ternura es el afecto más importante que necesitamos como sociedad, funda bases éticas para construir en las sociedades sujetos éticos; es instancia humana que enuncia el empoderamiento infantil del sujeto, genera empatía y miramiento que garantiza prudencia y respeto para actuar o hablar sin molestar a otros”.
En la sesión, la maestra en Estudios políticos y sociales proyectó un video en el que José Martí explica que el concepto de Pedagogía de la ternura aplica cuando damos ternura, enseñamos a otros a generar ternura señalando el camino para descubrir la personalidad, fomentamos la búsqueda de valores humanos en el principio de la educación para la vida, de ahí que sea ideal considerar a la ternura y la fraternidad como parte de la cotidianidad para consolidar el desarrollo socioemocional del ser humano.
Actualmente nos relacionamos con la violencia en las películas, en los medios de comunicación, en los videojuegos, donde se normaliza la muerte como parte del proceso de vida, pero la violencia no es normal.
Al final, la ponente proyectó un video de Lía García, escritora y artista performática trans, quien lamentó que se estudie al trans sin tomar en cuenta su sentir.
