La regularidad académica es un tema que con el paso de las generaciones ha cobrado mayor relevancia en la vida estudiantil, de ahí que sea necesario observar las situaciones que te impiden conservarla, lo cual es un ejercicio de corresponsabilidad entre las situaciones propias de tu escuela y la conducta académica que mantienes.
El CCH te ofrece distintas formas de atender y afrontar las situaciones de rezago, promedio y culminación del bachillerato de la forma más exitosa; mientras que, como estudiante, optas por los distintos programas de regularidad académica para finalizar en tiempo y forma, y con ello acceder Pase Reglamentado.
Se habla de regularidad académica cuando como alumno estás inscrito en el semestre que corresponde y tienes acreditadas todas las asignaturas hasta el semestre vigente. Cumplir con ello te permite, por ejemplo, participar en la obtención de becas y reconocimientos; intercambios académicos, medallas, apoyos económicos o más tiempo libre para realizar actividades culturales y deportivas.
Además, dispondrás de mayor tiempo para investigar sobre las carreras, orientar tu toma de decisiones, así como la posibilidad de ejercer el Pase Reglamentado en tres años, lo que se traduce en menos estrés y ansiedad por acreditar asignaturas acumuladas, tener un bajo promedio o no lograr egresar en tiempo.
Debes ser consciente de que la acumulación de asignaturas reprobadas, o bien, la acreditación con la mínima calificación representan un gran costo académico y personal. No existe forma reconfortable para decirte que habrá un intercambio de sentimientos negativos y reproches constantes ¿Qué es lo que sucedió? ¿Qué haré con todo esto? ¿Soy una decepción? ¿Podré seguir estudiando?
Por esa razón, la recuperación académica debe empezar por entender y atender los motivos que propiciaron resultados negativos y conocer las opciones con las que cuentas para lograr la regularidad paso a paso, de forma organizada y con objetivos claros.
¿Cómo se logra ser alumno/a regular? Esta pregunta promueve que observes y desarrolles hábitos, que definas habilidades y aptitudes escolares y personales, además de ir conformando una vida académica con decisiones asertivas, es decir, analizando los pros y los contras de todas las alternativas.
Tips para lograrlo:
1.- Asistir a clases. Cada clase es una secuencia de temas y un ejercicio constante de participación. Estar presente permite entender y participar de lo visto.
2.- Realizar las actividades escolares. Las tareas, exposiciones, participación, exámenes, investigaciones y demás actividades son elementos que mejoran el resultado de las calificaciones, además de aportar una idea de las habilidades escolares con las que se obtienen mejores resultados.
3.- Plan de acción académica. Implica organizar el tiempo y las actividades, haciendo uso de agenda, notas, calendarios y apps.
4.- Solicitar apoyo institucional. Los programas institucionales de Tutoría (PIT) y Asesoría (PIA), así como el Departamento de Psicopedagogía, te pueden asesorar para elegir el mejor plan de recuperación académica para ti, de entre las opciones disponibles: Recursamiento ordinario, inmediato, extraordinarios, PAL, PAE y periodo relámpago.
Un buen plan de egreso te permitirá alcanzar lo que proyectaste al inicio, el cual requiere información puntual, responsabilidad, motivación, metas, alternativas y posibles consecuencias.
Ten en cuenta que si estás actuando a medias en tu Aprender a aprender, tu egreso te dejará más sufrimiento que satisfacción. Así que no dejes pasar más tiempo para poner manos a la obra.
