“El uso intencionado de la fuerza física, económica, emocional, psicológica o digital, para manipular, controlar, forzar o humillar con el fin de obtener algo, se llama violencia,”
La psicóloga integrante de la Asociación Más Sueños, agrupación civil feminista con más de diez años de trayectoria que apoya a mujeres y personas víctimas de violencia, explicó: “actualmente existe una nueva forma de violencia; además de la ejercida a través de golpes, insultos o humillaciones, aquella que circula por la red gracias a un dispositivo electrónico y se expande sin ningún freno”.
Una vez que un material sale de tu dispositivo, navega por el internet, pierdes el control de este, sin tener idea del daño que puede generar en los terceros afectados.”
En la red de internet, podemos encontrar la información más brillante pero también la más peligrosa o dañina.
“No estoy diciendo que la tecnología sea mala, debemos ser conscientes que un dispositivo electrónico no se maneja solo, detrás hay una persona, tal vez desconocida; con buenas o malas intenciones, desde una red de extorsionadores, secuestradores, tratantes de personas o acosadores que ingresan, porque de alguna manera sin saber, les abrimos la puerta”
“Así como a nuestros hijos les damos consejos cuando salen o salimos de casa, así debemos vigilar que no den acceso a ningún desconocido, la violencia digital tiene un impacto tan serio que va desde la depresión hasta el suicidio,” apuntó la ponente.
“Para los adolescentes es importante la aceptación, si a través de la red viven violencia quizá algunos solo bloqueen esos contactos y no le den importancia, pero otros no, está demostrado que tras de un dispositivo se pueden decir o hacer cosas que de frente no se harían.
Es importante desarrollar una ciudadanía digital, saber usar la red para no incurrir en delitos que sanciona la policía cibernética,” concluyó.
Nallely Arenas, abogada, citó el caso Olimpia, una joven que fue videograbada en acto sexual con su pareja y luego fue difundido el video a la red. Denuncio y no existía tipificación del delito, posteriormente de un proceso largo, cansado, emocional y jurídico se estableció como delito lo que le hicieron.
“Hoy existe la Ley Olimpia que castiga el compartir, difundir y almacenar material sexual respecto de una persona sin su consentimiento y se castiga con prisión de tres a seis años y multa de quinientos a mil Unidades de Medida y Actualizaciones (UMAS), finalizó.
