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La tecnología debe verse como aliada

Tomar cursos no garantiza la actualización

La tecnología debe verse como aliada
Tomar cursos no garantiza la actualización

La educación a distancia se ha vuelto parte importante de nuestra realidad en el aula, por lo tanto es indispensable empezar a verla como otro recurso de la educación formal, no como un sustituto de la enseñanza presencial, y esta nueva realidad demanda de los profesores flexibilidad, capacidad de resiliencia, adecuación a nuevos retos y aptitud de observación-acción, consideró la doctora en Pedagogía, María Lilia Esquivel Millán.

Al hablar sobre los retos y las fortalezas que tiene el profesor del Colegio para afrontar los cambios en el proceso de enseñanza-aprendizaje en el actual contexto, la maestra del plantel Oriente, con una trayectoria de 20 años, destacó la capacidad de su gremio para desarrollar un proceso de adaptación a todo tipo de circunstancias, independientemente de la vocación o características personales.

Ello es posible, dijo, gracias a su experiencia frente a un grupo, el conocimiento sobre la disciplina y los adolescentes, así como a la instrumentación de teorías pedagógicas y didácticas, a sus circunstancias, las de su medio y su momento histórico. “Cada profesor le imprime su sello según su personalidad, características y materia a los recursos didácticos con los que cuenta, su empatía y otros factores”, señaló.

Así que la capacidad docente para adaptarse al uso de la tecnología con fines didácticos para la educación a distancia no tendría que ser un tema a discutir, no obstante, “es necesario que los profesores perdamos el miedo al uso de estos recursos y sus diferentes versiones”, puntualizó  durante la primera charla del ciclo Rumbo al 3er Coloquio Aportaciones de las Materias de los Programas de Estudio Actualizados al Perfil del Egresado del CCH.

En su conferencia “El perfil de egresado en el Modelo Educativo del Colegio de Ciencias y Humanidades y su consolidación en el aula física o virtual”, consideró que existen tres elementos en la transición del profesor del aula física a la aula virtual: la tecnología que es neutra, la motivación como responsable del aprendizaje y el profesor en actualización permanente.

Respecto al primer punto, indicó que todos los recursos tecnológicos de los que dispone el docente carecen de connotación valorativa, ya que depende del uso que se haga de éstos. Un recurso tecnológico sólo puede resultar exitoso si el profesor hace uso planificado, dosificado y puntual, con plena conciencia de qué espera de él, si conoce los alcances y limitaciones de éste y si sabe manejarlo.

“Tenemos tantos elementos a nuestro favor, como nuestra experiencia, capacidad de adecuación cuando algún recurso nos falla, bagaje cultural, manejo de grupo, conocimiento de nuestra materia”, subrayó ante más de 300 docentes reunidos en una sesión de Zoom y transmitida en la página de Facebook del Colegio

Sobre la motivación como responsables del aprendizaje, destacó “la importancia de generar el sentimiento de una relación personal entre la enseñanza y el aprendizaje, que se logra con materiales que promuevan la autoeducación, una comunicación de doble guía, el gusto por el estudio acompañado por el lenguaje a manera de conversación, que favorezca los sentimientos de una relación personal. Atestigüé que los dos elementos fueron esenciales para que los alumnos no desertaran”, comentó.

En cuanto al tercer punto, el profesor en actualización permanente, sostuvo que “no se puede continuar pensando que tomar un curso o varios sobre recursos tecnológicos dé la certeza sobre la actualización docente”.

Las TIC, expuso, deben ser parte del profesorado transversalmente, necesitan ser enseñadas contextualmente en relación a problemas concretos.

“Reivindicar así nuestro papel en el aula física o virtual nos debe congratular y retar a incluirnos en esos ambientes digitales con la convicción de que nuestra profesión nos ha preparado para ello y que tenemos tantos recursos personales y profesionales que la tecnología no es nuestra enemiga sino nuestra aliada”, remarcó. 

El reto, consideró, es “el amalgamiento de un conocimiento teórico nutrido tanto del área de estudio como de teorías y enfoques pedagógicos y la capacidad creativa de instrumentar secuencias didácticas que integren todos los elementos, para así desarrollar y consolidar las habilidades de pensamiento que el Modelo Educativo del Colegio propone”. 

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