Actualmente, la popularidad de los universos cinematográficos va en caída y el único que realmente pudo capitalizar ese boom fue Marvel. De ahí en fuera, el experimento no funcionó para la mayoría de las productoras. El DCEU se convirtió en un fracaso absoluto después de dos películas exitosas; el Dark Universe ni siquiera despegó más allá de su primera película. Sin embargo, el único que logró ser prolífico aún sin ser un éxito a nivel de las películas de Marvel fue el Monsterverse de Legendary, protagonizado por dos de los monstruos más famosos del cine: King Kong y Godzilla.
Tal vez la mayor culpa que tuvo dicho universo, o la gran ventaja, según la lupa bajo la que se le mire, es que se concentró en los dos grandes monstruos desde su comienzo. El resto de los titanes son mencionados y tienen protagonismos dentro de las tramas, sin embargo, nunca son el foco principal y aparentemente no lo serán en futuras entregas.
A diferencia de lo desarrollado por Marvel, los dos titanes son el gran atractivo y no es tan difícil mantenerlos como algo novedoso y entretenido para el espectador, además de que la continuidad no suele ser tan problemática; por otro lado, donde el Monsterverse juega más con la continuidad y bajo las reglas del resto de grandes universos es en las historias con personajes humanos, mismos que se repiten o tienen arcos que se desarrollan a partir de varias películas. El hecho de que no sean el foco principal hace que sea fácil jugar con ellos, retirarlos o desaparecerlos de una entrega a otra.
En el caso de Godzilla y Kong: el nuevo imperio, la idea de hacer a un lado a los personajes humanos y concentrarse solo en los monstruos es llevada al límite. Más que nunca, en esta entrega los verdaderos protagonistas son los monstruos. Bajo esa misma idea, la trama hace un ejercicio interesante de película silente: todas las interacciones entre titanes son exclusivamente a partir de gestos, señas o rugidos. La acción cumple, aunque la trama es tan básica como es posible, sin embargo, el arco que sigue Kong torna un giro interesante bajo la idea de buscar su hogar, tal cual su contraparte humana, una niña originaria de la Isla Calavera.
La película Legendary cumple con sus ambiciones y, además (aunque no parece ser un final), cierra con todas las ideas planteadas en el Monsterverse, cierra la idea de los titanes que dominaron la Tierra en el pasado; explora lo más recóndito de la tierra hueca; da una explicación al origen de Kong y deja a Godzilla como el rey de la superficie que la defiende contra otros titanes, mientras Kong se vuelve el líder del mundo bajo tierra.
Todo esto no la transforma en una película excepcional, si no en una promedio. Dudas y sugerencias a: luis@cchfilmfest.com
