Nadia López García, escritora y pedagoga por la Universidad Nacional Autónoma de México, ha puesto la luz de su obra literaria en asuntos de violencia, en sus múltiples representaciones. Un ejemplo de ello es Dorsal, libro con el cual obtuvo el XVI Premio Mesoamericano de Poesía Luis Cardoza y Aragón 2021.
El libro da cuenta de la transición de género del joven Apolinar, quien decide convertirse en Estrella. Este personaje vive en la memoria de Nadia, y con este libro intenta saldar una deuda que tuvo al ser sometido a un proceso de violencia por ser transexual.
En entrevista, la becaria de la Fundación para las Letras Mexicanas (FLM) nos habla de este libro, su proceso creativo, además da algunas recomendaciones literarias a los alumnos del Colegio de Ciencias y Humanidades.
“Dorsal nace de una historia que sucedió en la frontera norte. En ese entonces había menos reflectores u organismos internacionales interesados en lo que pasaba en la frontera sobre la gente que vivía trabajando, había muchas violaciones de derechos, violencias, entre esas el caso del asesinato de Vicente, hermano de Apolinar, este último estaba en el proceso de transformarse en Estrella”.
“Sin duda, en ese periodo había una marcada estigmatización a las personas que contraían VIH, entonces, pensar en las personas transexual y homosexuales era todo un lío”, dijo.
“Aunque este libro de poesía es una historia dolorosa de violencia y crimen, traté de que en vez de que se viera la herida y la sangre, se mostrara la posibilidad de la cicatriz, es decir, que al contarlo se hiciera justicia al nombrar las cosas. El odio sigue estando muy presente, y Dorsal habla de la despedida, que al leerlo nos dé la posibilidad de vernos con menos odio y mayor entendimiento de las disidencias”.
Los primeros libros de poesía de Nadia López fueron escritos en mixteco, lo que hace de Dorsal un experimento del lenguaje para la autora, pues fue pensado y escrito, desde el inicio, en español.
“Yo tengo dos libros más, tristes y nostálgicos, y tiene que ver porque escribo lo que puedo, y lo que puedo es lo que he vivido. En esos años, cuando comencé a escribir este libro, lo hice con coraje y rabia”.
“Lo que noté de inmediato fue la naturaleza del idioma con que nació Dorsal; mis libros anteriores los escribí en mixteco, lengua en la que la medida del verso es de arte menor, y es debido a que la lengua mixteca es monosilábica, y en este libro fue pensado en español”.
“Después de hacer el ejercicio de escribir y contar esto que necesitaba, reflexioné sobre si era poesía, pues es un relato no ficcional, también es informativo y científico, tiene diálogos. Fue extraño meterlo en una convocatoria de poesía, pues era muy híbrido, eran fragmentos de narraciones que se iban juntando y hacían un tejido”, aseguró Nadia.
Necesario ver y leer poesía
La estudiante de Pedagogía en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM reconoce que es fundamental leer poesía para mejorar al momento de escribir narrativa, además recomienda ver cine, otra expresión que acerca a la poesía.
“Tuve la gran fortuna de ser becaria de la Fundación de las Letras Mexicanas y ahí leímos muchísimo. Algo que yo les quiero recomendar a los alumnos es que no piensen que la poesía sólo está en libros y se escribe en versos. Hay otra poesía que está muy viva, y que poco la hemos tomado en cuenta, y tiene que ver con otras expresiones artísticas, como el cine, la música, con una simple caminata”.
“Los recomiendo que lean todo Álvaro Mutis, me parece de una prosa muy limpia. Mutis está entre el mundo poético y la narrativa, y se nota cuando un narrador lee poesía, pues tiene una prosa más ligera y limpia, y eso tiene Mutis. También les aconsejó lean a Maricela Guerrero, en la colección Ala del Tigre. También he leído, y me ha impresionado, Diana del Ángel, sobre todo Vasija y Barranca”, concluyó.
