evaluacion

Jornada de Balance Académico

Permite un diagnóstico para la toma de decisiones

Jornada de Balance Académico
Permite un diagnóstico para la toma de decisiones

Por lo general no nos gusta ser evaluados, pues “es mejor no saber qué tenemos”; sin embargo, evaluar es parte de la docencia y justo en tiempos de pandemia parece que ahora se califica más ante la necesidad de ese rapport o diagnóstico de cómo va el proceso de enseñanza-aprendizaje con los estudiantes.

La importancia de la evaluación educativa, a cargo de la maestra Elibidú Ortega Sánchez, jefa del Departamento de Exámenes de Selección del Bachillerato en la UNAM, fue el tema abordado el 24 de marzo pasado en el marco de las “Pláticas Magistrales” con motivo de la Jornada de Balance Académico Semestre 2021-2.

La importancia de la evaluación en el proceso educativo radica en “suministrar resultados interpretables y útiles para los diferentes actores” y en que “los resultados permiten la toma de decisiones que ayudan a enfrentar los problemas; facilitan la comunicación y ayudan a mejorar el ambiente escolar”.

Dentro del ámbito pedagógico, la evaluación es la “acción de omitir juicios de valor que resultan de comparar los resultados de una medición u observación con un referente previamente establecido”; mientras que desde lo psicológico ocurre “cuando una persona comprende e interpreta: evaluar es un intento de conocer a otra persona”, dijo Ortega, citando a Derek Rowntree, profesor de la Open University.

La charla se enfocó con especial interés en dos puntos: la evaluación del aprendizaje y su importancia para el proceso educativo. El primero es un “término genérico que incluye un rango de procedimientos para adquirir información sobre el aprendizaje del estudiante y la formación de juicios de valor respecto a dicho proceso”; para ello se necesita dejar claro “qué es lo que se va a evaluar”.

También tiene especial importancia elegir los métodos de acuerdo con lo que se busca evaluar, esto es, deben ser congruentes con lo revisado del programa.

Por último, la ponente dejó claro que “no se entiende una evaluación sin retroalimentación”.  

Compartir: