El legado del maestro Eduardo Blanquel Franco (1931-1987) es totalmente vigente, en particular, su metodología de enseñanza aplicada en el comentario de textos, así lo consideró Verónica Hernández Márquez, académica del Área Histórico-Social del plantel Naucalpan, quien fue galardonada con la Cátedra Especial que lleva el nombre del reconocido historiador universitario.
La docente, con 34 años de trabajo educativo en el CCH, reconoció la importancia de retomar el legado del doctor Carlos Graef Fernández, del ingeniero Sotero Prieto Rodríguez, de la maestra Rosario Castellanos, del maestro Ignacio García Téllez y del maestro Eduardo Blanquel Franco, nombres de las cinco Cátedras Especiales.
Lo anterior, ya que muchas veces “los estudiantes no saben para qué sirve el trabajo en clase; (es importante) recuperar a quienes han destacado en las ciencias y las humanidades, ya que esto les permite ver su trascendencia, la cual es vigente”.
En entrevista, la maestra dijo que ha tenido la oportunidad de conocer a profesores que fueron alumnos de Eduardo Blanquel, autor del texto El pensamiento político de Ricardo Flores Magón. Precursor de la Revolución Mexicana.
A través de ellos, resaltó, ha conocido cómo fueron sus clases, metodología de trabajo y lo realizado con otros maestros, aspectos que busca compartir tanto con colegas como con estudiantes.
“Muchos de sus estudiantes hoy en día están dando clase, son investigadores y de manera particular están aplicando en su labor cotidiana su trabajo. Tenemos ejemplo no sólo en el Colegio, sino en la Escuela Nacional Preparatoria y la Facultad de Filosofía y Letras, y varios no sólo trabajan en la Ciudad de México, sino en otras entidades”, señaló.
RETOS PARA LA HISTORIA
Verónica Hernández dijo que en la actualidad los estudiantes arrastran una serie de problemáticas, como es el caso de la lectoescritura, donde es necesario trabajar el cómo leer con una metodología intencionada y una comprensión lectora de puente; “ello implica que los alumnos tengan habilidades para obtener información, un aspecto que no sólo compete a esta disciplina, sino a todas las áreas”, dijo.
“La Historia provee de una metodología de aprendizaje, pero también de herramientas para hacer análisis. En ese sentido, resulta ser una materia altamente complicada. No es aprendizaje memorístico, sino que es análisis. También se trabajan categorías de análisis, por lo que no es repetición, explicar conceptos como revolución es poder distinguirlo de otros procesos”, indicó.
A dichas problemáticas también se suma el hecho del poco aprecio al conocimiento de esta disciplina y su enseñanza, lo cual se pone en evidencia en los medios de comunicación con el alto número de seguidores de influencers o historias sobre el narco.
“En distintos momentos se ha registrado la tendencia a eliminar (la asignatura de Historia) del currículo básico de estudio desde el propio Estado; además, recibe poca inversión, elementos que nos hablan del poco aprecio que se le tiene”, expuso.
Sin duda, señaló que se tienen grandes desafíos, por lo que los profesores están llamados a actualizarse y aprovechar lo que la pandemia dejó.
“No vamos a hacer todo el trabajo en computadora, vamos a aprovechar el trabajo que surja con las herramientas tecnológicas”.
Además, la maestra invitó a sus colegas de recién ingreso a disfrutar de la docencia, ya que no es sencilla en esta época, así como a provechar las oportunidades de aprendizaje que tiene esta institución, como lo indica el principio del CCH: aprender a aprender, pues esto también aplica para el profesor.
Por último, la docente con estudios de doctorado en Historia consideró un honor el reconocimiento que le otorgó el H. Consejo Técnico del Colegio de Ciencias y Humanidades.
“Sinceramente, no lo esperaba, porque se compite con personas que tienen una amplia trayectoria bastante fuerte. Me dio muchísimo gusto, es algo que me emociona sobre todo porque es una manera de ver reflejado el reconocimiento por mi trabajo. Estoy agradecida y muy contenta por esto”, indicó.
