Creemos que nuestra vida cotidiana está muy alejada del conocimiento geográfico y cartográfico, sobre todo en esta época altamente tecnologizada. Nada más lejos de la realidad. Si compramos un producto en línea que llega hasta la puerta de nuestros hogares, solicitamos un Uber o queremos conocer la ruta para llegar a algún museo, usamos aplicaciones cartográficas instaladas en nuestros dispositivos móviles como Waze y Google Maps. ¿Cómo funcionan y qué relación tienen con el conocimiento geográfico?
La cartografía es la ciencia encargada de elaborar mapas lo más precisos posibles. Los mapas, a su vez, son representaciones gráficas en las que la superficie terrestre aparece reducida en tamaño y se confeccionan por medio de métodos matemáticos y gráficos, que permiten traspasar la superficie esférica y tridimensional de la Tierra a una superficie plana como un papel.
Una característica fundamental de los mapas es que presentan un entramado de paralelos y meridianos que nos indica las coordenadas geográficas. Es a través de ellas que podemos conocer la localización precisa de un objeto sobre la superficie del planeta.
En nuestro lenguaje coloquial no utilizamos las coordenadas geográficas para indicar nuestra posición en el mundo, en su lugar usamos direcciones o nombres de lugares muy conocidos; nunca decimos “nos vemos mañana en las coordenadas 19° 19’ 56” de latitud norte y 99° 11’ 17” de longitud oeste” para señalar que nos encontraremos en la Torre de Rectoría de la UNAM.
La nomenclatura urbana a través del nombre de las calles y el número de predios y viviendas conforman un sistema de localización sencillo que permite que la correspondencia llegue a nuestros hogares. Algunos lugares importantes de la ciudad y conocidos por todos como el Zócalo también pueden servirnos como marcos de referencia para indicar en qué parte específica de la superficie terrestre nos hallamos.
Entonces, ¿cómo es que Waze y Google Maps nos muestran en qué parte del mundo nos localizamos? Estas aplicaciones combinan el sistema de coordenadas geográficas con la nomenclatura urbana y se apoyan en la cartografía digital y en el Sistema de Posicionamiento Global (GPS, Global Positioning System).
La cartografía digital utiliza la tecnología informática para la elaboración y representación de mapas. El Sistema de Posicionamiento Global permite conocer nuestra ubicación en el mundo a través de sus tres componentes: 1) una constelación de 24 satélites que orbitan alrededor de la Tierra, 2) estaciones terrestres de seguimiento y control para rastrear a los satélites y 3) aparatos receptores de la señal del GPS contenidos en nuestros teléfonos móviles.
Cuando abrimos Waze o Google Maps y encendemos el receptor de GPS en nuestro teléfono móvil, el sistema recibe la señal del satélite con las coordenadas en las que nos situamos y el mapa digital automáticamente se dirige a este punto para mostrarnos nuestra localización precisa en la superficie terrestre.
Cuando le damos una dirección postal a la que queremos ir, el sistema identifica a este sitio a través de sus coordenadas geográficas y nos indica cómo llegar hasta él.
Si no fuera por el conocimiento geográfico que se ha desarrollado a lo largo de la historia, como la invención de las coordenadas geográficas, que data de la antigua Grecia, las aplicaciones de taxis y de reparto no tendrían la eficiencia de la que gozan hoy en día.
