La economía en la era del Covid

Datos para generar políticas públicas

La UNAM coadyuva a resolver problemas

Datos para generar políticas públicas
La UNAM coadyuva a resolver problemas

La generación de conocimiento científico basado en métodos que permitan encontrar la verdad sobre diferentes problemáticas son una necesidad en cualquier país;  la solución a los diferentes problemas nacionales pasa por hacernos preguntas sobre qué es lo que requiere este país, qué necesita la población, y sobre eso la Universidad Nacional a través de sus diversos institutos ofrece datos que ayudan a tomar decisiones o generar políticas públicas, aseguró Armando Sánchez Vargas, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE).

Ante alumnos del Colegio de Ciencias y Humanidades, el investigador compartió información sobre la situación económica actual del país, a través de la conferencia “El impacto de la pandemia por Covid-19 en la economía mexicana”, que forma parte de las actividades del Programa de Jóvenes hacia la Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales.

“La pandemia ha impactado no sólo de manera sanitaria, sino también a nivel económico, social y hasta cultural, causando un cambio por completo de la forma de vida de toda la población, tanto nacional como mundial, sus efectos, severos y desiguales han alcanzado a familias y empresas que ya previamente se encontraban con situaciones adversas”, explicó el ponente, al presentar algunos datos económicos previos a la emergencia sanitaria.

Entre ellos, que el país registró un decrecimiento de 0.1 por ciento del PIB durante el 2009; la deuda neta total cerró en 35.2 por ciento con respecto al PIB (27.5 por ciento interna y 7.7 por ciento externa). Se presentó un superávit primario del 1.1 por ciento, lo que quiere decir que fiscalmente se encontraba en un mal momento.

Por lo que con la pandemia se presenta una crisis, que se evidenció al registrarse una contracción anual del PIB para 2020 de 8.5 por ciento. También hubo choques en la oferta, es decir, interrupción de las cadenas productivas y la demanda, una disminución en el consumo de bienes y servicios no esenciales; lo que derivó que en abril y mayo del año pasado se perdieran más de 12 millones de empleos.

De acuerdo con el Censo Económico del 2019, detalló, 99.8 por ciento de las empresas mexicanas eran micros, pequeñas y medianas (MiPyME) y fueron las más afectadas, ya que una de cada cinco de éstas había cerrado permanentemente para septiembre del 2020. Otro rubro afectado fue el turismo ante la restricción de vuelos, cierres de hoteles, playas y atracciones turísticas.

En este mismo sentido, en el segundo trimestre de 2020 se registró una reducción tanto del consumo como de la inversión, -15 por ciento y 30 por ciento, respectivamente. Así como la baja del precio del barril de petróleo (no había demanda), la apreciación del dólar y otras divisas frente a la mexicana.

La pobreza laboral aumentó, en relación con 2019, en 4.7 millones de personas; lo que provocó un incremento en la brecha entre ricos y pobres. Se incrementó entre un 8.9 y 9.8 millones de personas que se encuentran por debajo de la línea de pobreza por ingresos, y un aumento de 6.1 a 10.7 millones de personas cayeron en riesgo de pobreza extrema por ingresos.

Al referirse a las medidas de política económica aplicadas, indicó que el paquete económico (acciones que el gobierno realizó) representó el 1.1 puntos con respecto del Producto Interno Bruto, lo que se observó en la contratación de 45 mil médicos y enfermeras; ampliación presupuestal para las medidas de contención, apoyo a hogares y empresas a través de 2 millones de créditos.

Además de que el Banco de México disminuyó la tasa de interés de 7.25 por ciento a 4.0 por ciento, para generar un ambiente propicio para que las empresas pudieran tener acceso a los créditos de manera apropiada, se suministró de recursos a instituciones bancarias para dar créditos específicamente para Pymes.

 

Inicia la reactivación

No obstante, señaló, con la reactivación de la movilidad social el Banco de México pronóstica un crecimiento anual del PIB en este año, entre el 5.7 y 6.7 por ciento, y para el siguiente año, del 2.0 y 4.0 por ciento; “lo que significa que después de haber caído se empieza a recuperar, la gente regresa a trabajar, se prevé una creación de entre 640 mil a 840 mil empleos a fines de este año; el uso de vacunas, de manera que la producción se empieza a recuperar y se retoma más el empleo (…) Un crecimiento grande, resultado de una recuperación en la movilidad social”.

Ante este panorama, compartió que en el Instituto se han llevado a cabo dos metodologías para continuar en el análisis de lo que a futuro se puede presentar, la primera mide el impacto en la distribución de los ingresos y la segunda es un indicador adelantado que mide el comportamiento en el futuro próximo de la economía.

Los resultados de ambas metodologías sugieren que en los próximos meses ya podemos tener una recuperación, estar más optimistas y que se dé una mayor recuperación en estos meses, y aunque la pandemia seguirá por varios años más, se tendrá una situación económica más holgada, destacó.  

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