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El ajolotario fue su lugar favorito

Testimonio de una alumna del plantel Naucalpan, previo a su feliz egreso

El ajolotario fue su lugar favorito
Testimonio de una alumna del plantel Naucalpan, previo a su feliz egreso

Es posible que para mucha gente pertenecer a la UNAM en nivel bachillerato represente los mejores años de su vida. Para mí, definitivamente, estar en el plantel Naucalpan del CCH ha sido una experiencia nueva y emocionante. Desde mi experiencia, puedo decir que conocí grandes amigos, sobre todo en el segundo año, que me ayudaron a pasar momentos increíbles en las bellas instalaciones y sus alrededores.

El espacio al que más disfrutaba asistir era el Siladin, ya que tiene el ajolotario y sus laboratorios me hacían sentir unas ganas increíbles de aprender. Los profesores también influían mucho para generar en mí un interés muy grande por el estudio. La mayoría de ellos eran estrictos en cierto modo y me parecía que esto impulsaba a los alumnos a ser mejores. A mí me gustaba mucho la forma de enseñar de cada uno.

El plantel ofrece un sinfín de talleres y cursos para que los alumnos desarrollen sus habilidades o intereses. Yo ingresé a un propedéutico de anatomía y fisiología humana que me ayudó mucho a definir la carrera que tenía en mente. Gracias a esto decidí cursar en quinto semestre la carrera técnica de Urgencias médicas, que no ha dejado de interesarme. Todos estos recursos dan seguridad y te ayudan a conectar mejor con la comunidad.

Las horas libres eran las mejores, pues siempre me tocaron entre clases y así podía salir con mis amigos a jugar, a comer o a ponernos de acuerdo para hacer algún pendiente o trabajo en equipo. La biblioteca era una parte esencial para concentrarme, porque tenía todo tipo de información que necesitara. El silencio reinaba y se lograba crear una armonía al trabajar o leer.

Debido al confinamiento sanitario sólo pude cursar presencialmente poco menos de dos años, pero tengo la plena seguridad de que el CCH es una gran experiencia, que abarca desde lo académico hasta lo personal, ya que aquí se forma una diversidad tan bonita que te va sumergiendo en su esplendor, logrando abrir tu mente de muchas maneras.

Si tuviera que dar un consejo a todos mis compañeros que van a ingresar al plantel Naucalpan sería: que desde el primer momento disfruten su bachillerato, no se sientan presionados o nerviosos en exceso, ya que para todo hay tiempo. Tendrás experiencias buenas y malas que formarán parte de su historia y de ellas aprenderás. Aprovecha todas aquellas oportunidades que te da el Colegio y durante esos tres años aprende a aprender, aprende a ser y aprende a hacer.  

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