Prieto Rodríguez

A 100 años de la renuncia a la ENP

Protestó por una huelga de alumnos de Matemáticas

A 100 años de la renuncia a la ENP
Protestó por una huelga de alumnos de Matemáticas

En julio pasado se cumplieron 100 años de la carta de renuncia del ingeniero Sotero Prieto Rodríguez, que ahora compartimos, misma que fue presentada y explicada por el doctor Salvador Moreno Guzmán, docente del plantel Naucalpan, cuando fue electo para ocupar la Cátedra Especial de este mexicano ilustre.

En aquel entonces, 1920, un grupo de mexicanos buscaba edificar las bases para la naciente nación mexicana, apenas salida de las luchas revolucionarias, que pudieran permanecer firmes frente a las disputas de las distintas facciones políticas. Prueba de ello es que en la revista El maestro, que fundara José Vasconcelos, se publicaron, en 1921, tanto La suave patria, de Ramón López Velarde, como un ensayo sobre la reciente teoría de la relatividad de Albert Einstein, producto precisamente del ingeniero Sotero Prieto.

Cabe decir que, dentro de los deseos de Justo Sierra, maestro fundador de la Universidad, estaba precisamente el formar un sector de la población que sirviera de equilibrio para las radicalidades políticas, mismas que no dejaban opciones de reconciliación. Quizá en esa línea pueda entenderse que Sotero Prieto presentara su renuncia a la clase de Matemáticas en la Escuela Nacional Preparatoria (ENP), ubicada en ese entonces en San Ildefonso, en el Centro de la CDMX; el motivo era el rechazo al abandono de las obligaciones académicas por parte de sus alumnos para ir a una protesta en contra de las corridas de toros.

Sotero Prieto se dedicó a formar grupos de alumnos enfocados en la investigación y estudio de las Matemáticas. En 1932, junto con un grupo de discípulos, entre ellos Alfonso Nápoles Gándara, Carlos Graef Fernández, Alberto Barajas Celis y Manuel Sandoval Vallarta, fundó la Sociedad Matemática Mexicana.

De los testimonios de este grupo de discípulos se desprende que Sotero Prieto Rodríguez era un hombre que ponderaba alto la disciplina y el rigor, pues sin ellos la investigación científica no llegaría a buenos resultados. De acuerdo con el mismo Sandoval Vallarta: “… enseñó a pensar con precisión, con profundidad, con claridad y con honradez”. 

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