Existe una evidente necesidad de fundamentar teóricamente a la Educación Física a partir de la relación del ser humano con su cuerpo. La Educación Física es una disciplina que tiene como objeto de estudio al ser humano en cuanto “…a ser movido y que se mueve”, ser humano definido como “…el ser que se mueve por necesidad” y, en tanto el movimiento es una condición fundamental e inherente de su existencia.
Este objeto nuevo tiene un ámbito que va desde el movimiento humano y del hombre en movimiento o que se mueve, hasta los ejercicios físicos y el deporte pasando por las posibilidades de formación que lo corporal encierra (Estudios sobre una Teoría Pedagógica de la Educación Física).
El ser humano conoce el mundo que lo rodea a partir de su identidad corporal. Seguirá viviendo toda su experiencia no sólo en el cuerpo sino con el cuerpo y, en alguna manera, desde él y a través de él, sobre la inherencia e implacable instancia del cuerpo en la vida del ser humano, no ya como parte del hombre sino como hombre mismo y sobre la realidad dinámica del movimiento físico, la cual debe ser estructurada por la educación física.
La educación física debe ser revalorada como un campo pluridimensional, con múltiples acciones y posibilidades de desarrollo para cimentar con bases teóricas su objeto de estudio a partir de la categoría de “ser humano en movimiento”, considerando los principios biológicos y sociológicos que sustentan el concepto de “totalidad del ser humano” construido a partir de sus bases antropológicas, filosóficas y pedagógicas.
La educación física pertenece al terreno de lo pedagógico. En esta esfera su importancia radica en ser un elemento de primer orden desde el punto de vista educativo. El movimiento, factor decisivo de esta disciplina, es la característica primordial de los alumnos, quienes aprenden jugando y moviéndose de forma natural.
La actividad motriz propuesta en la clase de Educación Física permite a los alumnos acceder a un cúmulo de experiencias y conocimientos que desarrollan sus habilidades cognitivas y su potencialidad de comunicación a través del lenguaje. La óptima estimulación de la actividad motriz va a favorecer un mayor desarrollo intelectual y una adecuada estructuración de la personalidad en general.
La Educación Física que se imparte en el Colegio posibilita desarrollar también otras áreas como la social, intelectual y estética. Su fundamentación pedagógica reside en la necesidad de vincular los aspectos biológicos del movimiento (propios de las ciencias naturales), con las cuestiones humanas (características de las ciencias sociales), para conjuntarlos en una teoría del movimiento que haga posible una Educación Física capaz de formar a los estudiantes como totalidad única.
