Muestra organizada por el Área de Ciencias Experimentales

Pusieron en práctica leyes científicas para comprender el mundo

Muestra organizada por el Área de Ciencias Experimentales
Pusieron en práctica leyes científicas para comprender el mundo

Los juegos también se rigen por las reglas de la naturaleza y su funcionamiento se explica por medio de leyes universales, como la de la gravedad. Para complementar los mundos del juego y la ciencia, el pasado 25 de abril se presentó la muestra “El juguete en la física”, en la explanada del Siladin del plantel Oriente, con la presencia de 138 juguetes, maquetas y carteles explicativos.

Para ello, se colocaron diversos stands con artefactos lúdicos, desde los más tradicionales hasta aquellos modernos y que funcionan con baterías. Por ejemplo, se presentó el coche de propulsión, que recurre a la energía elástica almacenada en una liga que se transforma en energía cinética al soltarse.

Por otro lado, se mostró un dinosaurio eléctrico, que permitió explicar fenómenos como el electromagnetismo, el equilibrio, la estabilidad y la óptica al prender luces LED. Las burbujas tuvieron su espacio en este evento, ya que los jóvenes expusieron que éstas se forman por capas de moléculas tensoactivas que generan el fenómeno de la tensión superficial, propiedad de aquellos líquidos cuya parte exterior se comporta como si fuera una membrana elástica.

Incluso, juegos más sencillos, como el trompo, tuvieron su explicación científica, ya que en este juego se puede apreciar el uso de energía potencial; al momento de arrojarlo para que “baile”, el trompo muestra inercia, fuerza centrífuga y la conservación del movimiento angular. En tanto, el yoyo aplica el movimiento de traslación, lo que se demostró por medio de una ecuación.

Asimismo, se lanzaron vehículos fabricados con materiales reciclados que se movían sin motor ni batería; hubo “guamazos” con el clásico juego de los boxeadores de madera, donde se aplicó la tercera ley de Newton.

Las ideas de Arquímedes también tuvieron cabida con la exhibición de un barquito que sirvió para exponer sobre los principios de la flotabilidad, la densidad de los líquidos y la cantidad que se desplaza por el peso y la superficie de la embarcación.

Por último, las y los asistentes se divirtieron y aprendieron con la aguja magnética, donde se acercó un imán a una aguja previamente calentada para demostrar que, de esa forma, pierde magnetismo. 

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