La Universidad es el espacio para generar transformación, destacan

Igualdad de género es un asunto de todos

La Universidad es el espacio para generar transformación, destacan

Igualdad de género es un asunto de todos
La Universidad es el espacio para generar transformación, destacan

Especialistas en género y la cultura de la no violencia hacia las mujeres participaron en el conversatorio “Jóvenes e igualdad de género”, organizado por la Comisión Interna y Conjunta para la Igualdad de Género de la Coordinación de Humanidades (CICIG-COHU), de la UNAM, donde coincidieron en que es importante destacar el papel de la formación universitaria desde el bachillerato para erradicar dicha problemática en la sociedad.

Martha Patricia Castañeda, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH), de la Universidad, explicó que, si se considera desde el nivel bachillerato, cada vez tenemos más información sobre respuestas agresivas hacia las mujeres, lo cual está relacionado con una falsa noción de igualdad de género.

Aclaró que “cuando se dialoga sobre igualdad de género entre hombres y mujeres, se habla de construir una sociedad en la que todos podamos tener las mismas oportunidades, los mismos accesos a la ciencia, la cultura y la participación política”; es decir, a todo lo que nos conforma como seres humanos y ciudadanos.

Por lo que, para erradicar la violencia hacia las mujeres, se tiene que considerar a esta problemática como una responsabilidad social, ya que, a diferencia de lo que cree comúnmente, no es un problema sólo de mujeres, sino un asunto de carácter social y nacional que requiere de la reflexión y la participación de todos.

Las leyes contribuyen, en cierta medida, a atender la problemática, como la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, donde se dice que la labor fundamental es prevenir, atender, sancionar y erradicar.

Por ello, “a las instituciones les toca atender; al Poder Judicial, sancionar; pero a la sociedad le toca prevenir y erradicar, para vivir de otra manera”, pues la violencia sólo beneficia al poder de dominio, al ejercerla sólo se afirma el poder de agredir.

Hay acciones que se pueden realizar para solucionar el problema, “como tomar cursos, no solamente en perspectiva de género, sino de cultura de paz y de no violencia, para comprender en qué consisten las propuestas que se dan en torno al tema”, enfatizó Castañeda.

Además de hacer repasos sobre nuestra propia experiencia de vida para reconocer cómo hemos vivido y ejercido la violencia y cómo asociarnos para generar espacios libres y seguros de violencia de género.

Por su parte, Nayelli López Rocha, del Programa Universitario de Estudios sobre Asia y África (PUEAA) de la UNAM, hizo hincapié sobre la importancia de que los jóvenes, que representan el futuro del país, hagan conciencia sobre el problema para que puedan reestructurar su manera de pensar y actuar.

 “Ustedes, como universitarios de prepa y bachillerato, se convertirán en adultos con capacidad de generar conocimientos y nuevas prácticas, lo que es un reto importante para su erradicación, explicó López Rocha.

Asimismo, es fundamental reflexionar sobre lo inmediato y el uso de los espacios, porque es la forma de entender cómo nos asociamos, convivimos y marcamos la vida cotidiana para construir también nuestra identidad como seres humanos, jóvenes, adultos. “El reto como universitarios consiste en confrontar esa cultura dentro del espacio educativo”.

Para la sociedad, “la UNAM es un sinónimo de autoridad intelectual al ser el espacio donde se genera conocimiento y se forman nuevos profesionistas, entonces aprovechemos esta autoridad para hacer valer las nuevas ideas de la no violencia hacia la mujer y los hombres”, puntualizó.

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