Con un llamado urgente a los jóvenes estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades a informarse y participar de acciones individuales y colectivas de gran impacto en favor del medio ambiente, Oscar Sánchez Meneses, delCambiar por: Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC), dictó la conferencia “Balance de radiación en la atmósfera terrestre”, donde compartió un modelo de análisis que permite calcular la temperatura de equilibrio de la Tierra.
La exposición, que forma parte del ciclo de conferencias del Programa Estaciones Meteorológicas del Bachillerato Universitario (PEMBU), y del plantel Oriente, convocó a los estudiantes que participan en dicho programa con el objetivo de promover la realización de proyectos relacionados con las ciencias atmosféricas.
En este sentido, el especialista destacó que en el tema del cambio climático hay muchas cuestiones de tipo político-económico, además de que en el fondo existe un problema importante que tiene que ver con el estilo de vida de la población, “que no es tan fácil de hacer a un lado. No hay una solución tan simple”.
El investigador, que participa en el grupo de cambio climático y radiación solar en el (ICAyCC), señaló que las soluciones individuales tienen gran impacto solo si es grande el volumen de personas que las implementan.
“Hay que organizarse y nos hace falta autoorganización como colectivo, informarse y ver lo más importante, de momento a escala global los esfuerzos están caminando hacia métodos artificiales de reducción de gases de efecto invernadero en la atmosfera, debemos ir por ahí”, dijo.
De esta manera, indicó: “urge que los países vean la forma de compensar sus emisiones para alcanzar las cero emisiones netas; entre más tardemos en implementar medidas, pronto los efectos apreciables del cambio climático serán irreversibles”.
Refirió que esta situación pudo haber ocurrido al planeta Venus, que “sufrió lo que se llama un efecto invernadero desbordado, en épocas antiguas había océanos y ahora en su atmosfera sólo hay ácido sulfúrico y vapor de agua, no tiene nada de océanos todo se evaporó; ese planeta es un infierno, hay alrededor de 90 milibares en su superficie, es decir, 400 grados centígrados, a esa temperatura se puede fundir el plomo”.
De forma previa, el académico explicó la importancia del concepto de equilibrio en los modelos de clima, particularmente con la radiación. “Es importante que los chicos del CCH vean que existen modelos sencillos con los cuales se pueden estudiar cosas importantes. Tiene un valor didáctico muy importante”.
De esta manera compartió con los jóvenes los conceptos como el equilibrio radiativo, que es cuando “la cantidad de energía absorbida localmente, por un volumen de materia, es igual a la emitida localmente”. También se refirió al equilibrio radioactivo planetario, que es cuando el flujo radiativo entrante a un planeta es igual al flujo radiativo saliente.
“A partir del concepto de equilibrio, un ente que no se observa fácil en la naturaleza me sirve de base teórica para construir modelos que estudien el equilibrio de la radiación en las atmosferas planetarias y en las estrellas”.
De esta manera, compartió el modelo climático más simple. “Gracias a este modelo se sabía cuál era la temperatura de equilibrio de todos los planetas antes del desarrollo de naves espaciales y satélites. También se puede calcular la temperatura de equilibrio radiativo que tiene la Tierra, Marte o cualquier otro planeta”.
Para concluir, el físico ejemplificó el uso del modelo y respondió a las dudas de los estudiantes, quienes se expresaron preocupados por las consecuencias del aumento de la temperatura en la Tierra y la falta de acciones concretas.
