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los libros permiten ver al mundo con ojos sabios

Docentes, esenciales para lograrlo: Jaime Céspedes

los libros permiten ver al mundo con ojos sabios
Docentes, esenciales para lograrlo: Jaime Céspedes

La realización de un Congreso Nacional de Lectura e Interculturalidad es imprescindible porque “en nuestro mundo profesional y académico, de formaciones ultraespecializadas, es necesario no perder la perspectiva general y organizar cada cierto tiempo algún tipo de manifestación de esta envergadura para reforzar valores fundamentales de nuestra cultura”.

En este caso, la actividad lectora, consideró el doctor Jaime Céspedes Gallegos, quien recordó que, si bien la escritura es la “invención” humana que separa la Historia de la Prehistoria, “las maneras de escribir y de leer han evolucionado muchísimo y la revolución digital ha supuesto, además, un cambio de una magnitud nunca antes vista”.

De acuerdo con el profesor de la Universidad de Artois, en Francia, “leer bien es una manera eficaz de suspender el tiempo, o, mejor dicho, de entrar en una dimensión desconectada del tiempo real, o, del tiempo comercial, que permite apreciar otros tiempos, otros mundos, otros ritmos de vida y de lucha, para después ver con ojos más sabios el mundo actual”.

Ayuda, dijo, “a sensibilizarnos con los problemas de otros y tener la capacidad de verlos como nuestros, para ser capaces de ver en las luchas y en los beneficios del presente, el trabajo y el sufrimiento de tantos conflictos del pasado lejano y no tan lejano, sin caer en la exacerbación de la lectura”.

Es importante recordar que leer es una buena manera de integrar naturalmente los valores humanos universales de tolerancia y de lucha contra la discriminación. Leer es interpretar, descifrar, integrar en nuestra experiencia otras experiencias, consideró el responsable del seminario sobre Medios de Comunicación y Cultura Digital de la Universidad de París Diderot.

Siguiendo con la reflexión anterior, la lectura es un medio fundamental para la construcción de sociedades más justas, si la vemos como una manera de aprender la experiencia cultural a través de relatos, que tengan algo que ver con la situación real del lector, donde lo real también sería recomendar lecturas en las que la interculturalidad sea ya la base visible de una sociedad más justa.

No es fácil de encontrar, porque, por una parte, la interculturalidad no debe ser entendida solamente como el respeto hacia los conciudadanos que no tienen la cultura de uno, sino como la convivencia plena con ellos en todos los sentidos de la vida privada y pública.

En todo ello, hace falta la labor pedagógica para seguir avanzando, mediática y cultural, y en esa labor la literatura estará presente, consideró el estudioso.

Desde luego, expuso, no es fácil ser un buen docente hoy en día. Nunca lo ha sido, seguramente, “pero me parece necesario que el docente que se proponga hacer hincapié en la diversidad cultural de las sociedades humanas, él mismo debe estar interesado en esa diversidad”.

Además, tendría que insistir en actividades que subrayaran los valores universales aculturales, como la educación, la amistad o el respeto a los mayores o a las leyes en situaciones en las que estén implicadas personas de diferentes culturas, cuyo papel fuera cambiando en otras actividades, de modo que, en la mente del alumno, la personificación de esos valores no estuviera ligada a una cultura en particular, entre otros aspectos más.

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