La vida está en constante cambio, nuestro entorno, nuestras relaciones cambian de un momento a otro; dependiendo del caso, algunas pueden fortalecerse y otras desaparecer. No obstante, lo importante es saber soltar, dejar ir y no aferrarnos a la idea de esperar.
Sobre los objetos que pudieran parecer insignificantes y son vestigios de amores que no pudieron ser, que terminaron guardados entre cajones representando la idea de aferrarse y siguen ocupando un espacio en nuestra mente, es mejor deshacerse de ellos para evitar el apego.
Por ello, el Departamento de Información instaló el Museo Cecehachero de las Relaciones Rotas los días 15, 16 y 17 de febrero, en la Sala José Revueltas, del plantel Vallejo, para que los jóvenes se desprendieran de objetos y recuerdos de sus relaciones pasadas y expresaran lo que sintieron durante su relación fallida.
El principal objetivo de esta exposición fue el de cerrar ciclos dolorosos, ser parte de ese duelo e ir superando la ruptura de una manera creativa, permitiendo que la comunidad contara sus historias más tristes de desamor, acompañándolas de los objetos del recuerdo y dándoles un cierre.
En la entrada del museo unas copas, una zapatilla y un juego de arras estaban acompañadas del mensaje: “Creí que el amor era algo muy fuerte y lo resistía todo, pero me equivoqué, en realidad es tan frágil como estas copas. La tía cecehachera”.
Poco más de 50 objetos entre prendas de vestir, peluches, cartas, flores, fotografías y mensajes de desamor, dieron cuenta de historias de amores, amistades y hasta matrimonios que no funcionaron.
Los asistentes dejaron sus frases de amor y desamor en una pizarra, la cual quedó cubierta de mensajes. Durante los tres días que duró la exposición, la comunidad del Colegio continuó haciendo donaciones, que ayudó a que la colección creciera.
