Ser universitario no es poca cosa. Es algo a lo que contadas personas tienen acceso y con ello vienen muchas implicaciones, aseguró la psicóloga María Luisa Novoa Aguilera, quien llamó a los cecehacheros a reflexionar y a aprovechar la oportunidad de vida que tienen por el simple hecho de pertenecer a esta institución.
Al participar en el ciclo de conferencias Para vivir mejor, que organiza el Departamento de Psicopedagogía del plantel Oriente, Novoa puso énfasis en que ser universitario es una gran responsabilidad, ya que es el preámbulo para ser un profesionista con compromiso social.
Además, es una forma de ver la vida; un privilegio y una oportunidad que abre distintas posibilidades como contar con una formación integral: cultural, deportiva, académica, política y humana.
Pertenecer a la UNAM es tener acceso a unas instalaciones bellísimas, llenas de cultura e historia y, a su vez, es la posibilidad de conocer a mucha gente con el mismo interés y motivación que tú, esto te permitirá crecer y aprender, comentó Novoa, quien pidió a los jóvenes presentes en el Facebook Live ponerse en su papel de universitarios y continuar con sus estudios de manera satisfactoria.
Antes, les habló sobre el perfil que las y los cecehacheros deben tener durante su estancia en el Colegio y en la Universidad, el cual pondrán en práctica en distintas actividades.
Recordó que estas habilidades, sean laborales o profesionales, se pueden definir como la suma de conocimientos y habilidades para desempeñar correctamente una determinada actividad en el trabajo y el estudio, y lo mismo las tiene un trabajador de la construcción, un médico, un abogado o un comerciante.
Sin embargo, en caso de no tener alguna habilidad o aptitud, el ser humano tiene la capacidad, si se lo propone, de desarrollarlas y perfeccionarlas.
En el caso de los estudiantes, dijo, deben tener disposición y motivación por aprender, trabajar en equipo y colaborar; habilidades de lecto-escritura, comunicativas, el conocimiento de la tecnología, las habilidades aritméticas, la capacidad de pensamiento abstracto y la gestión adecuada de la información, que son esenciales en los educandos.
Lo que sí dejó claro es que “las aptitudes se desarrollan y los conocimientos se adquieren”, además de que siempre se debe transitar en la escuela con el deseo de salir adelante.
