Jazmín Cate y Paulina Sandoval Toledo, ambas egresadas de la licenciatura del Colegio de Literatura Dramática y Teatro de la UNAM, participaron en el conversatorio “Una nueva ética en las artes escénicas en el tiempo del feminismo”, donde insistieron por impulsar un nuevo código, congruente, que construya a partir de la ética, el cuidado y el amor, y no sobre las violencias.
En la actividad, organizada por el Departamento de Difusión Cultural del plantel Sur del CCH, y transmitido a través de su página de Facebook, se refirieron a la importancia de tener una perspectiva ética en la creación escénica, que implique la responsabilidad de sus acciones sobre el espacio de trabajo, las personas que interactúan con ellas y las historias que cuentan.
Para Jazmín, por ejemplo, es clave ser congruente, que si se habla de un texto feminista, el proceso no sea construido en una dinámica que promueva estilos machistas o discriminatorios, porque generas incongruencia. “Debemos entender los procesos creativos y su relación con la Ética, porque también vemos esa violencia detrás de las puestas en escena”.
Sobre cómo el feminismo y la perspectiva de género han permeado su ojo creativo, Paulina destacó que “al darme cuenta de la opresión hacia las mujeres, quise hablar de este tema para que no se quedara como un discurso incómodo, sino que fuera un tema dentro de las aulas y las obras, ya que todavía hay agresores en estos lugares”.
“Esta idea de que no importa lo que te esté pasando, tú tienes que estar en escena, es algo que nos autocensura, y yo no quiero seguir reforzando estos estándares de trabajo. Quiero escuchar a esa persona porque quiero seguir construyendo a partir del cuidado y del amor, y no de la violencia hacia otras historias”.
En opinión de Jazmín, en México se necesita una forma creativa de hacer denuncia porque la forma tradicional revictimiza a las víctimas. Es en este punto que una propuesta pública se encuentra con la representación artística. Además, es necesario identificar los constructos que pueden replicar prácticas machistas para romper con esos estigmas, incluyendo la construcción escénica.
“Para desarrollar una nueva ética de la creación, tenemos que encontrar un problema ético. Por ejemplo, un feminicidio en una obra no debe generar una relación empática con el asesino”, apuntó.
