Transversalización de la perspectiva de género en las aulas escolares, revisión de protocolos y cambio en la perspectiva de la representación y acompañamiento de las víctimas de violencia fueron algunas de las consideraciones que expresaron especialistas en la conversatoria “El derecho a una vida libre de violencia, el camino arduo hacia la justicia feminista”.
En la actividad, que se realizó en el auditorio Alfonso Caso, de la Facultad de Odontología, también se analizaron aspectos como el diálogo intergeneracional, la imaginación política y no dar cabida a discursos de odio y antiderechos en las universidades.
La charla se enfocó en dar respuesta a las siguientes interrogantes: ¿existe la justicia feminista o con perspectiva feminista?, ¿cuáles son los obstáculos que tiene la sociedad para entender que la violencia a las mujeres afecta a todos y no está individualizada? y ¿qué hace falta como sociedad y desde las universidades para garantizar una vida libre de violencia y ejercer una cultura de la paz para las mujeres?
Sayuri Herrera Román, coordinadora General de Investigación de Delitos de Género y Atención a Víctimas, de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, compartió que desde su ámbito no sólo se busca justicia con sanción, sino que haya un reconocimiento de los hechos, su esclarecimiento.
“Para nosotras la justicia debe ser pedagógica, transformadora, y la justicia real está en la no repetición de los hechos, es en nuestra sociedad donde hay una pedagogía de la impunidad y hay que empezar a construir referentes de justicia que nos indiquen que es posible transformar la sociedad”.
Agregó que para que las instituciones puedan impartir justicia y se haga una investigación que sea objetiva, deben partir de la deconstrucción de ideas, eso implica la transversalización de la perspectiva de género y garantiza una imparcialidad y la posibilidad de justicia.
Hacen falta muchas cosas, pero tampoco creo que se haya hecho poco en este tiempo. Los protocolos en las universidades y los sindicatos hay que revisarlos para que sean efectivos; también la transversalización de la perspectiva de género en las aulas, garantizar la paridad de género es básico; la presencia y participación de las mujeres en el espacio político de decisión, pero una participación auténtica, afirmó Herrera
Sayak Valencia, profesora investigadora del Departamento de Estudios Culturales del Colegio de la Frontera Norte, activista queer y transfeminista, destacó que se busca una justicia que no se conforme con una sentencia sino con la construcción de una reparación integral. Las disculpas institucionales no importan, creo que la justicia se está haciendo de otra manera, de la manifiesta-acción, de la desobediencia colectiva.
Señaló como urgente darle la vuelta a la perspectiva de cómo se representa y acompaña a las víctimas. La victimización fue por mucho la manera de representar a las mujeres violentadas; nos han dado una indefensión aprendida. Si lo hacemos de manera dignificada quizá logremos más empatía en los espectadores.
La Universidad, agregó, tiene la capacidad de ayudar a pensar de otra manera e impulsar el cambio social, político, económico y conseguir una especie de paz. Pero también este espacio no debe dar cabida a discursos de odio y antiderechos.
Lydiette Carrión Rivera, periodista independiente y escritora, subrayó que se necesita construir una sociedad de paz con justicia y dignidad, no una paz pasiva que siga reproduciendo violencias sino una que aspire a un desarrollo pleno y feliz del ser humano. Una transformación social profunda.