Importante, la salud del profesorado

Tiene una gran responsabilidad

El estrés afecta su estado físico, mental y emocional

Tiene una gran responsabilidad
El estrés afecta su estado físico, mental y emocional

Los y las docentes son importantes para todos, pues ellos se encargan de formar a los futuros miembros de nuestra sociedad. Se vuelven referentes que ayudan a sus alumnos a ajustar sus distintos perfiles afectivos y emocionales. En los docentes recae una gran responsabilidad y cada día luchan con ello en las aulas.

Siendo así, no es de extrañar que su salud y bienestar sean de interés para investigar y buscar fórmulas para un mejor desempeño de su trabajo, además de la considerable parte de dignidad y orgullo que debe acarrear su profesión.

 

Estado físico y emocional

Los docentes no son reconocidos como se debiera y se piensa que su trabajo no es peligroso, ni que acarrea lesión alguna.

Existen dolencias como enfermedades psíquicas y nerviosas derivadas del estrés, relacionadas con la voz por su sobreuso, y otras óseo-musculares, que nadie se espera de una profesión a primeras inofensiva.

Estas enfermedades afectan también al estado emocional, sin que haya un buen planteamiento para su lucha desde las administraciones generales. Además, siendo los docentes los que enseñan una serie de conceptos relacionados con la salud, es curioso cómo en ciertos momentos, los hábitos más comunes (alimentación y actividad física) se dejan de lado.

El burnout o síndrome del quemado es un estado de estrés crónico en el que se padecen los síntomas de fatiga física y psicológica, una baja motivación laboral y un decaimiento emocional (Fernández-Castro, 1994).

Las investigaciones muestran que, a mayor burnout, peores hábitos de salud (ejercicio físico, alimentación, prudencia y prácticas saludables); a menos prácticas saludables, mayor empeoramiento de estado de salud.

En períodos de estrés y de mayor burnout se reduce el tiempo de sueño, descanso y relajación, probablemente porque estas situaciones pasan a un segundo plano en momentos de soluciones inmediatas.

 

Factores de estrés

Para Rodríguez Zafra (2010), “el estrés es una excesiva activación psicológica y física que padecen los docentes como consecuencia de la interacción de los estímulos ambientales, entre ellos, el clima del aula o las interrelaciones sociales que puede desencadenar problemas de salud y laborales”.

Dentro de las causas está la escasez de recursos materiales y humanos que viven estos docentes, la atención a la diversidad que realizan sin una preparación adecuada, el malestar que sufren por la falta de motivación e interés del alumnado, los problemas de disciplina, la falta de reconocimiento y de trabajo con las familias, además de las innovaciones que se llevan a cabo sin una buena formación previa y las posibles inadecuadas relaciones con los compañeros.

Las emociones de los docentes pueden tener un vínculo con la salud, influyendo a través de varios mecanismos en el proceso de enfermarse. Esto genera emociones negativas y un riesgo para la salud, siendo los estados emocionales crónicos un factor que afecta a los hábitos de salud de los docentes (Castro e Izquierdo, 1994).

La salud mental de los profesores tendría que ser una tarea urgente e ineludible, pues no sólo es por la protección de sus emociones, sino también las de los estudiantes.

 

Hábitos saludables

La nutrición es algo más que la alimentación de un cuerpo. Es darle los nutrientes necesarios para el desempeño de sus funciones. Los estudios apoyan que una buena nutrición conlleva a un buen estado de salud. La actividad física y una correcta alimentación van de la mano en un estilo de vida saludable.

Un docente necesita tener una buena salud para ofrecer lo mejor de sí mismo, pues es una labor que requiere mucha energía. Pero su ritmo laboral no le permite mucho tiempo para prestar atención a estos asuntos este.

Se pueda llegar a padecer engagement o lo que es lo mismo, sentirse satisfecho por el propio trabajo sacando el lado positivo a la labor propia, ayudando a la propia autoestima (Rey y Pena, 2010).

Es el propio docente quien debe atender sus propios cuidados, ya que el mismo es su principal herramienta de trabajo y debe estar en óptimas condiciones.

Por último, se recomienda que los docentes tengan un proyecto educativo que les permita crecer como personas y como profesionales, ser capaces de aprender de pequeños logros, además de realizar prácticas de actividad física, deporte, relajación mental y física y mantener una buena relación con los compañeros. 

Referencias de consulta:

Fernández Castro, J., Doval, E., Edo, S., y Santiago, M. (1994). Efectos del estrés docente sobre los hábitos de salud. Universidad Autónoma de Barcelona.

Rodríguez Zafra, M. C. (2010). ¿Estrés docente? Causas que lo generan y posibles soluciones.

Castro, J. F. e Izquierdo, S. E. (1994). Emociones y salud.

Rey, L. y Pena, M. (2010). La docencia perjudica seriamente la salud. Boletín de Psicología.

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