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La temporada en el Pacífico inició el 15 de mayo; en el Atlántico, el 1 de junio

Las zonas costeras son las principales zonasafectadas; en estados con sequía son benéficos para llenar las presas

La temporada en el Pacífico inició el 15 de mayo; en el Atlántico, el 1 de junio
Las zonas costeras son las principales zonasafectadas; en estados con sequía son benéficos para llenar las presas

  

La ubicación geográfica de México es clave en la incidencia anual de huracanes en su territorio. Al estar flanqueado por los océanos más grandes del mundo y ubicado dentro de la región tropical, nuestro país es propenso a que los huracanes lleguen a su territorio ocasionando daños a las construcciones, la infraestructura y los cultivos.

Estos fenómenos meteorológicos no se manifiestan todo el año y para que se formen es necesario que el océano tenga temperaturas altas, esto, generalmente sucede a finales de primavera, durante el verano y parte del otoño. De manera oficial, la temporada de huracanes que se forman en el Pacífico inició el 15 de mayo, mientras que la del Atlántico comenzó el 1 de junio, ambas terminarán el 30 de noviembre.

Al aumentar las temperaturas del océano durante la primavera y el verano, se genera una zona de baja presión atmosférica y se incrementa la evaporación de agua oceánica; cuando esto sucede se produce una depresión tropical. A medida que se intensifica la nubosidad y la velocidad de los vientos que convergen en la zona de baja presión, la depresión tropical se convierte en tormenta tropical con vientos de hasta 117 km/h; una vez que los vientos rebasan esta velocidad, estamos hablando de un huracán.

Los tifones, los ciclones y los huracanes son el mismo fenómeno meteorológico, pero cambian de nombre según la región en la que se presentan.

En el océano Pacífico noroccidental, esto es, en las costas del este y sureste asiático, se les denomina tifones, mientras que los que ocurren en el océano Índico son llamados ciclones. Los que se desarrollan en el Atlántico norte y en el Pacífico nororiental, es decir, en las aguas oceánicas que flanquean el territorio mexicano, se les nombra huracanes.

 

Las marejadas inundan las costas

Los huracanes que influyen en México se forman principalmente en la porción tropical del Atlántico norte, cerca de la costa africana y, en menor cantidad, en el mar Caribe. También se originan en la región tropical del Pacífico norte, desde el istmo de Tehuantepec, hasta la península de Baja California. En estas regiones se desarrollan alrededor de 25 huracanes al año, pero sólo entre 4 o 5 impactan el territorio mexicano.

Las costas de nuestro país son las más afectadas tras el paso de un huracán. Entre los peligros de la llegada de uno de estos meteoros están los fuertes vientos, las inundaciones provocadas por la intensa lluvia y las marejadas que no son más que un fuerte oleaje acompañado por un aumento del nivel del mar que inunda las regiones costeras.

Mientras que las ciudades y poblados que se encuentran cerca del mar son las más afectadas por los efectos de los huracanes, existen otras para las que los huracanes representan una esperanza para contar con agua, tal es el caso de las que se ubican en Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Durango y Zacatecas. Estas entidades federativas presentan climas secos y pocos ríos, por lo que el abasto de agua para las actividades económicas y la vida cotidiana es reducido. Cuando las presas del norte tienen bajo nivel, las fuertes lluvias de los huracanes que alcanzan esta porción del país se convierten en una oportunidad para almacenar agua y superar los periodos de sequía.

Para muchos habitantes de México los huracanes representan un peligro, para otros, una bendición. 

*Profesora del plantel Sur 

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