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Ciencia a Distancia

Experto señala que no es calórico el origen del problema de sobrepeso

Ciencia a Distancia
Experto señala que no es calórico el origen del problema de sobrepeso

La obesidad y el sobrepeso son problemas muy grandes que afectan prácticamente a todo el mundo y de lo que por mucho tiempo se ha responsabilizado por completo al individuo, al que incluso se ha estigmatizado, pero hay investigaciones que revelan que no es tan simple y que la principal causa no es un desequilibrio calórico como se creía, sino que tiene que ver con un componente hormonal.

Así lo señaló Francisco Salvador Camacho Velasco, profesional multidisciplinario de salud pública, al participar en una plática de “Leamos la Ciencia para Todos”, organizada por el Fondo de Cultura Económica (FCE), en colaboración con Ciencia a Distancia de la UNAM.

Colaborador del instituto suizo de Salud Pública, Camacho recordó que por años se ha dicho que la obesidad es una acumulación anormal y excesiva de grasa que puede dañar la salud e incluso se estima que es una precondición para desarrollar otro tipo de enfermedades.

Para la OMS y casi cualquier persona que toque el tema, la causa fundamental de este problema es el desequilibrio energético entre calorías consumidas y las gastadas, comer demasiado y gastar poco; entonces, la solución sería relativamente sencilla, consumes menos o gastas más, o las dos.

Sin embargo, se ha demostrado que se trata de un problema multifactorial y complejo, lo que lo hace difícil de prevenir y corregir, y por eso la epidemia mundial es tan grande y no parece detenerse por más medidas que se tomen.

Según sus investigaciones en Obesidad. El papel del balance calórico y hormonal en la epidemia del sobrepeso, que pronto publicará en un libro, es cuestionable la creencia de que las calorías son la causa fundamental de esta problemática.

Hay muchos estudios sobre los factores más arraigados o ligados a su desarrollo, como las conductas o decisiones del individuo, la influencia del medio ambiente, de los amigos, la familia, los aspectos culturales, la presencia de alimentos industriales, la automatización de los trabajos de hoy en día, el marketing, la disponibilidad de alimentos y, por supuesto, el balance calórico.

Y aunque aparentemente se ha identificado el problema, la población obesa sigue aumentando, lo cual los ha llevado a preguntarse ¿qué pasa? Se han tomado una serie de medidas, desde cambiar el etiquetado de los productos hasta el impuesto a las bebidas endulzadas, sin que ello resulte significativo.

¿Por qué el problema no se resuelve?, se preguntó el doctor en Salud Pública por la Universidad de Heidelberg, Alemania, porque se ha creído que toda la responsabilidad es del individuo, que es flojo, glotón y se le estigmatiza.

Lo que hay que saber es cómo actúa la hormona conocida como insulina, que no es la única, pero es la primordial en la creación, acumulación y utilización de grasa corporal, consideró el especialista de enfermedades crónico-metabólicas.

Esta hormona reacciona diferente a carbohidratos, grasas y proteínas, su mayor estimulante son los carbohidratos simples, como los refrescos, los absorbe rápido y elevan el nivel de glucosa en la sangre, lo que provoca una reacción insulínica, el cuerpo se llena de insulina y deja de utilizar la grasa corporal, comienza la creación y almacenaje de grasa corporal, cuando no hay insulina se utiliza la grasa corporal y se desfavorece su acumulación.

“Todo eso nos lleva a pensar que la causa principal de la obesidad es un desbalance hormonal y no calórico, el cual está caracterizado por una secreción constante y sostenida de insulina”, la cual es el resultado de la composición dietética, cuyos elementos favorecen la producción de grasa corporal e impiden la utilización de la misma. 

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