Homenaje a don Pablo González Casanova

Redefinió la Universidad de cara al futuro: Graue

El exrector delineó el Modelo Educativo del Colegio

Redefinió la Universidad de cara al futuro: Graue
El exrector delineó el Modelo Educativo del Colegio

La Universidad Nacional Autónoma de México rindió un homenaje al exrector Pablo González Casanova por sus 100 años de vida, en una ceremonia presencial en la que funcionarios, directivos y colegas destacaron la vida y obra del fundador del CCH, a quien reconocieron como “un ser ejemplar, académico sin tacha, un hombre que influyó determinantemente en la vida democrática de nuestra nación, un firme opositor a las injusticias y un universitario universal, íntegro y cabal”.

En el acto, con el que dan inicio los festejos por su centenario, el rector Enrique Graue Wiechers le expresó a don Pablo que: “la Universidad no sería lo que es ni tendría lo que hemos logrado si usted no la hubiese encabezado y enriquecido con su visión y fortaleza”.

Tras recordar algunos de los pasajes más significativos de la vida y obra del académico, señaló que el inicio del rectorado de González Casanova, a comienzos de los años setenta, fue una redefinición de la Universidad de cara al futuro, “con la sensibilidad a la realidad social, que siempre le caracterizó, abrió las puertas de la educación superior a decenas de millares de estudiantes (…) con ese espíritu se cimentaron los cinco planteles que hoy tiene el Colegio y hoy, más que nunca, ese diseño académico y métodos pedagógicos tienen una vigencia de gran relevancia”.

De este modo, dijo, “nos demostró que las innovaciones y las alternativas educativas son posibles en nuestra casa de estudios gracias a la pluralidad, diversidad y heterogeneidad que nos caracteriza. En ese mismo sentido, con una gran visión del futuro, creó también el Sistema de Universidad Abierta para incrementar los alcances educativos hacia una franja aun mayor de nuestra población”.

Desde su creación inicial, agregó, “el SUAyED se enriqueció gradualmente, fortaleciéndose en contenidos y multiplicando sus disciplinas; pero sin los cimientos que empezó don Pablo con el sistema a distancia, hubiera sido imposible enfrentar la actual crisis pandémica y el tránsito escolar de la totalidad de los alumnos de nuestra casa de estudios”.

Por ello, agradeció al profesor emérito su inmejorable ejemplo. “Un ejemplo de vida que más allá de sus funciones que como director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, luego como director del Instituto de Investigaciones Sociales y después como rector, y en todos los años de su existencia ha sido un estudioso de la Sociología, defensor de las autonomías de nuestras etnias y de sus luchas y de las nuevas prospectivas para América Latina y de la educación global”.

Al hacer uso de la palabra, el exrector universitario señaló que “es un inmenso honor, un gran gusto que me haya otorgado este título y quiero con las palabras, y con lo que estoy haciendo, y sobre lo que vamos a hacer y sobre lo que vamos a vivir y con quienes lo vamos a hacer, agradecerle muchísimo el reconocimiento que me hace, gracias”. Además de que resaltó que con el Sistema de Universidad Abierta y el Colegio de Ciencias y Humanidades realmente se dio un paso muy sólido.

En la ceremonia, el secretario general de la Universidad, Leonardo Lomelí Vanegas, informó que es el inicio de los festejos por sus 100 años de vida, trabajo fecundo y creador del exrector, uno de sus egresados más ilustres. “Del profesor e investigador emérito y de un mexicano universal que ha contribuido a impulsar la investigación interdisciplinaria, a plantear nuevas agendas y perspectivas para las ciencias sociales y que se ha comprometido con las causas más progresistas de nuestro país y de la región”.

Hace unos días, dijo, se celebraron “los 50 años del Sistema de Universidad Abierta, punto de partida de la actual SUAyED; el año pasado, el medio siglo del Colegio de Ciencias y Humanidades, en tres años estaremos celebrando seis décadas de La democracia en México, texto indispensable para entender y reflexionar sobre el punto de partida y los problemas que ha debido enfrentar nuestra transición democrática.

Todas estas efemérides hablan de la importancia de las transformaciones de largo aliento que impulsó durante su rectorado el doctor Pablo González Casanova y de latrascendencia de su vasta obra académica, para entender el México de nuestro tiempo y de los problemas del mundo en desarrollo, con especial énfasis en América Latina, destacó.

Por su parte, el director del Colegio de Ciencias y Humanidades, Benjamín Barajas Sánchez, recordó que “don Pablo es la figura más admirada y respetada del CCH, es un referente de nuestra vida institucional y ha sido, durante 51 años, la única persona capaz de generar el consenso y la unidad necesarias, en un medio donde se genera un intenso debate, lo cual nos caracteriza como cecehacheros”.

Subrayó que “no sólo fue el fundador protocolario del CCH, también ha sido el líder académico que contribuyó a delinear su Modelo Educativo, con base en un conjunto de principios y valores que siguen vigentes; ahora que el sistema educativo presencial está migrando a una modalidad híbrida, su visión del Colegio fue profética”.

Por lo que le agradeció su importante apoyo en la creación del subsistema de bachillerato universitario. “Nuestros egresados recuerdan al Colegio porque les enseñó a leer y escribir, a pensar, a investigar, a argumentar y a tener una postura crítica y, sobre todo, consideran que el CCH los enseñó a vivir la libertad con responsabilidad. En estos momentos, estimado doctor don Pablo, una escuela que propicia la libertad con responsabilidad es de las mejores escuelas del mundo y esta gran utopía se la debemos a usted. Muchas felicidades”.

Guadalupe Valencia, coordinadora de Humanidades, señaló: “estamos, sin duda, ante un pensamiento maduro, logrado por un espíritu joven, alguien que ha sido capaz de hacer del reaprendizaje una manera de vivir (…) no basta con prever el futuro nos ha dicho Don Pablo, hace falta construirlo en una especie de juego entre el destino y la libertad; también nos advirtió en su libro La Universidad necesaria del siglo XXI que el futuro no está predeterminado ni para bien ni para mal y que nos encontramos en vísperas de una bifurcación en que la salida dependerá, en gran medida, de lo que hagamos. Debemos prepararnos y preparar a nuestros estudiantes para construir un mundo en el que la sociedad civil controle a los mercados y los Estados para el bien del ser humano”.

En su oportunidad, Ricardo Pozas Horcasitas, del Instituto de Investigaciones Sociales, definió a González Casanova como una persona que ha realizado su vida cumpliendo los principios universales que sustentan la libertad de conocimiento y el sentido del pensamiento moderno, científico y humanista que edifica a la UNAM todos los días.

“Don Pablo ha sido a lo largo de su vida, y lo es hoy, un hombre esencialmente íntegro; su defensa de la diversidad social y la cultura a través de la crítica moderna es una defensa científica y ética con la que ha enfrentado la retórica reduccionista y concluyente, que ha establecido la exclusión política y la discriminación social”, puntualizó.

La académica Angélica Cuéllar Vázquez, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, destacó del exrector su estudio de América Latina, la cual fue una preocupación constante en su quehacer intelectual y definió su trayectoria intelectual como de quien ha sido celoso con la metodología. “Define y acota las categorías del análisis, sus alcances, sus posibilidades explicativas para poder estudiar sociedades como las latinoamericanas que fueron colonias de las grandes metrópolis”.

Al acto asistieron, además, los presidentes en turno de la Junta de Gobierno y de la Junta de Patronos, y por vía remota, los exrectores José Sarukhán Kermez, José Narro Robles y Francisco Barnés de Castro; así como familiares y amigos del doctor Pablo González Casanova.

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