Ana Clavel

Ana Clavel conversa con cecehacheros

Invita a hacer de las letras un motor para seguir adelante

Ana Clavel conversa con cecehacheros
Invita a hacer de las letras un motor para seguir adelante

Tenía 16 años cuando, una madrugada, estando dormida, escuchó una voz misteriosa en su cabeza que contaba una historia y la obligó a levantarse para escribirla, “ése fue mi primer texto e hizo que me diera cuenta del interés que tenía en la escritura”, relató la reconocida escritora Ana Clavel (México, 1961) a un público conformado por cecehacheros.

Novelista y cuentista reconocida a nivel nacional e internacional por su vasta obra literaria, Clavel recordó que, de niña, en la primaria y secundaria había sido lectora, aun cuando en su casa no había un ambiente propicio para ello, ya que su madre, al ser viuda y tener que sacar adelante a tres hijos, no podía dedicar recursos para comprar libros.

Pero los domingos caía en sus manos el periódico El Universal, del que devoraba sus cuentos, así como ejemplares de la revista Joyas de la Mitología, de los puestos de periódicos, y fue así como tuvo sus primeros acercamientos con las letras, describió al ser inquirida sobre cómo surgió su gusto por la literatura.

La conferencia virtual “Los Fabuladores y su entorno, charlas con estudiantes de los planteles del CCH”, organizada por la Dirección General de Literatura de la UNAM, contó con la conducción de Rubí Sánchez Martínez, exalumna del plantel Oriente, quien es mediadora de cine y literatura y coordinadora del Círculo de Tertulia y Cinefilia. 

Durante una hora de amena conversación, consejos y recomendaciones, la maestra en Letras Latinoamericanas por la máxima casa de estudios dijo que al llegar a la carrea de Letras en la UNAM tuvo la oportunidad de conocer a otros autores y ampliar su conocimiento de manera sistemática.

“Siempre pensé que tenía que complementar los estudios universitarios con la práctica de la escritura, por lo que comencé a concursar en cuento y a ganar premios que me permitieron obtener dinero para viajar a Europa”, dijo la galardonada con el Premio Nacional de Literatura Gilberto Owen en la categoría de Cuento en 1991 por su obra Amorosos de Atar y el Premio de Novela Corta Juan Rulfo 2005 de Radio Francia Internacional por la novela Las Violetas son flores del deseo.

Al hablar de la escritura del cuento y novela, refirió que el primero “ofrece cierta facilidad por ser una historia breve, de unas cuantas páginas de redacción que prácticamente se pude terminar de una sola sentada, aunque lo lleves pensando más tiempo; en cambio, una novela tarda más por el proceso de investigación”.

“Ser escritora -sostuvo- es un compromiso con el oficio y la responsabilidad que se desea”, dice Octavio Paz en el libro Águila o Sol, una cuestión que es casi para todos los que nos estamos desarrollando en la escritura y que puede servir de mucho a la gente que está en formación como el CCH.

“Hay que querer lo que se sueña” y para merecer los sueños hay que esforzarse, trabajar, dedicar interés, atención, tiempo y hacer de esto un motor para seguir adelante, aseguró la autora de Los deseos y su sombra, otra de sus novelas.

Para concluir, la galardonada con el Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska 2013 explicó la conveniencia de involucrarse en todos los procesos de la edición de los libros, pues los escritores también pueden hacer sugerencias sobre las portadas y la manera de presentar los textos a los lectores.  

Compartir: