Los estilos de crianza autoritario, permisivo y negligente, a diferencia del democrático, pueden influir y ser factores de riesgo para el consumo de estupefacientes, advirtió la psicóloga Jessica Obregón Patiño al presentar la conferencia Crianza positiva y detección de factores de riesgo para prevenir el consumo de sustancias psicoactivas organizada por el Instituto para la Atención y Prevención de Adicciones (IAPA).
“Es importante ser firme en la crianza positiva, es un proceso continuo, que no tenga que ver con el uso de la violencia, debemos ser conscientes que tiene que ver con el desarrollo de los niños y adolescentes, pero también con un constante cambio en nosotros, de transformaciones sociales, como lo hemos observado en este confinamiento”, aseveró.
Resaltó que la educación va en conjunto con la crianza, por ello, los estudios sobre crianza establecen que al convivir con los niños, los adolescentes y la familia, se guía de alguna manera porque somos modelos.
La familia es el núcleo principal, explicó, es el primer espacio donde podemos brindar seguridad, protección y afecto. Los estilos de crianza son las estrategias que utilizan los padres para educar a sus hijos y éstos pueden ser:
Autoritario o represivo: cuando combinan altos niveles de exigencia y control, escasas demostraciones de afecto, no consideran las peticiones de sus hijos ni responden a sus demandas, el castigo es la forma principal de educar; sus principales consecuencias es la afectación en el potencial creativo, baja estabilidad emocional y altas probabilidades de consumo de sustancias.
Permisivo, bajo o nulo control y exigencia: no muestran autoridad, evitan el enfrentamiento, la comunicación es poco efectiva, no existen reglas claras y el ambiente familiar es desorganizado; las consecuencias son bajo rendimiento escolar, problemas de conducta como el bullying o delictivas y altas probabilidades de consumo de sustancias.
Negligente: los hijos carecen de los cuidados básicos de alimentación y educación, ausencia de expresiones de afecto, escasa comunicación que no permite construir vínculos; las consecuencias son cero autoestima, bajo rendimiento escolar, problemas de conducta como bullying, robo o violencia, además de altas probabilidades de consumo de sustancias.
Democrático, responden a las necesidades de sus hijos, permitiendo que desarrollen autonomía, establecen reglas claras y son firmes, brindan apoyo y son sensibles a las necesidades de sus hijos; los resultados son alta autoestima, buen rendimiento académico, con bajas probabilidades de consumo de sustancias.
