“La pandemia generó una colaboración multidisciplinaria de investigación desde distintos frentes de acción científica, ya que la enfermedad no sólo es un problema de virología y tampoco es exclusivo de la salud pública”, sostuvo María Josefa Santos, antropóloga social de la UNAM, durante su conferencia virtual “De cómo los científicos podemos trabajar juntos ante fenómenos coyunturales”.
Durante la conversación, organizada por el Programa Jóvenes hacia la Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales del plantel Oriente, la especialista narró cómo los científicos sociales trabajan con los expertos del área de ciencias: “Fue en un momento de efervescencia para trabajar la pandemia, labor que tiene múltiples aristas. Muchos científicos de la Universidad Nacional dejaron de lado sus proyectos, con el fin de estudiar el caso, abrir sus bases de datos y compartir los resultados con colegas y grupos gubernamentales”.
La UNAM, aseguró Santos, reaccionó muy rápido: “Tal fue el caso de los grupos de académicos (que crearon) los modelos Grupo Covid de datos y Modelos (bottom-up), en donde investigadores y colegas pensaron que tenían algo que aportar a la solución o reducir el impacto de la crisis sanitaria en sus distintos aspectos”.
Esta actividad, detalló, “fue coordinada desde el IIMAS (Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas), donde se realizó un trabajo interdisciplinario entre matemáticos, geógrafos, demógrafos, epidemiólogos, antropólogos y economistas quienes dejaron de lado otras (actividades) para compartir información, realizar modelos predictivos y mapas de vulnerabilidad”.
En su caso, explicó, “trabajaron en un cuestionario Covid-19 de vulnerabilidad socioeconómico, coordinado por dos antropólogos, para construir mapas de distribución espacial en el país y detectar umbrales de vulnerabilidad apropósito de la cuarentena, entre otros datos relevantes”.
Parte de su aplicación, informó, “se dio por medio de WhatsApp, en la Ciudad de México y área Metropolitana, así como en Mérida, pero contaron con datos de toda la República”.
Posteriormente detalló algunos de los diversos problemas que se presentaron al momento de aplicar el instrumento de evaluación.
La especialista recomendó a los estudiantes iniciarse en el campo de la investigación “siendo curiosos, revisando diversas fuentes de información, tomando en cuenta distintos puntos de vista e ideologías, buscando nuevos recursos de investigación y considerando la opinión de la gente que no es investigadora, pues no pierden el punto de vista de la realidad”.
La científica concluyó que la tarea del grupo multidisciplinario consistió en trabajar en la integración de un grupo interdisciplinario de la UNAM, identificar el comportamiento y medidas que pueden asociarse con mayor o menor vulnerabilidad ante la posibilidad de contagio y estudiar el tipo de recursos con los que arrancó la clase media mexicana para enfrentar el virus y la cuarentena.
María Josefa Santos Corral es doctora en antropología social. Su área de especialidad se relaciona con los problemas sociales de transferencia de conocimientos, dentro de las líneas de tecnología y cultura y estudios sociales de la innovación.
Ha trabajado con distintos colectivos que van de las grandes empresas mexicanas a las pequeñas producciones agrícolas, pasando por las bibliotecas y los pequeños negocios de migrantes mexicanos en Estados Unidos.
En estas áreas ha editado siete libros y artículos en revistas especializadas. También ha dirigido numerosas tesis de licenciatura, maestría y doctorado. Los resultados de sus investigaciones han apoyado también la toma de decisiones en proyectos de transferencia de tecnología y de conocimientos.
Desde hace varios años imparte las asignaturas de Ciencia y Tecnología para las RI, en la licenciatura de Relaciones Internacionales, y Desarrollo Científico Tecnológico y su Impacto Social, en la maestría de Comunicación.
Sus temas de investigación son Tecnología y cultura, Innovación tecnológica, Redes y Antropología industrial.
