Del 22 al 24 de marzo se realizó en Oriente el ciclo de conferencias Medio ambiente, daños y soluciones, en el que se alertó, entre otros asuntos, del grave problema de contaminación por heces de animales en la vía pública, y se propuso, entre otras alternativas, optar por el lombricompostaje, como una opción sustentable.
Guadalupe Villegas presentó la ponencia “Lombricompostaje: estrategia urbana para el tratamiento de la contaminación fecal canina”, en la que recordó que, según el INEGI, entre el 56 y 70 por ciento de los hogares mexicanos tiene, por lo menos, un perro y que, dependiendo de su tamaño, peso y alimentación, puede producir entre 140 y 400 gramos de heces al día, que comúnmente metemos en bolsas plásticas, agravando el problema ambiental.
Se estima, continuó, que un millón 200 mil perros viven en situación de calle, lo que deriva en una excreta de 7 mil 600 toneladas de desechos al día, 3 millones de toneladas al año. Es decir, 150 mil camiones de basura con alto contenido de microorganismos patógenos, bacterias y parásitos como E. coli, salmonella y lombrices intestinales, por lo que tampoco se recomienda echarlos a la taza del baño, pues contaminan el agua.
La alternativa para estos deshechos es hacerlos composta, dijo, pues si bien el 75 por ciento de su contenido es agua, también contiene grasas y elementos químicos como nitrógeno, fósforo y potasio, que son la base de fertilizantes, por lo que se pueden aprovechar para hacer abono sin riesgo.
Según Villegas, el compostaje tradicional pasa por varias etapas para llegar a un producto unificado y requiere de nueve meses a un año. En cambio, el compostaje con lombrices es más eficiente, pues es un proceso aerobio, de rápida transformación y muy nutritivo como fertilizante orgánico.
“Esta técnica tiene diversos beneficios químicos y ecológicos, como reducir o eliminar los microorganismos patógenos, mejora el índice de germinación de las plantas, acelera la nitrificación, aumenta el contenido de sustancias húmicas y genera hormonas de crecimiento para la plantas”.
El lombricompostaje requiere un recipiente, una malla de mosquitero, un termómetro de compostaje y un cernidor, y sólo dura tres meses.
