Quirarte

Un libro debe ser peligroso

Busca ser una conversación sobre objeto y contenido

Un libro debe ser peligroso
Busca ser una conversación sobre objeto y contenido

Un libro tiene vida gracias al lector que le da existencia, él es el responsable de su supervivencia, y éste lo merece, así lo definió el escritor Vicente Quirarte ante los jóvenes del Colegio de Ciencias y Humanidades, quienes siguieron, a través de las redes sociales de la institución, la conferencia magistral Merecer un libro, con la cual concluyó la celebración del Día Nacional del Libro.

El título de la conferencia es homónimo a la próxima obra del también ensayista, la cual será editada por la Universidad de Barranquilla, Colombia, tanto en su versión impresa como en electrónico, así como de distribución gratuita. “Me da gusto, ya que el objetivo de las palabras es que lleguen a un número mayor de personas. También me complace que sea en Colombia, mi segunda patria”.

El también integrante de la Academia Mexicana de la Lengua señaló que dicha obra escrita aspira a ser una conversación sobre el libro,  para ello, desglosó algunas de las partes más significativas, cómo son la dedicatoria, la solapa, el colofón, así como lo importante de la relectura.

Durante su alocución, el académico universitario trajo al presente a quienes han sido parte fundamental para su acercamiento y dedicación por las letras, entre ellos, su padre, quien le heredó el amor por los libros por “continente y contenido”.

Al referirse a la parte de la dedicatoria de un libro, compartió que en su reciente obra correspondió a dos personajes relevantes en el escenario de la conservación de las letras, el primero “hombre de sabiduría y conocimiento”, y el protector del Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional, Ernesto de la Torre Villar y Liborio Villagómez.

“Un libro se dedica, apuntó, porque hay una intención de poner al frente el nombre de la persona que lo inspiró o la inspiración en sí misma. La dedicatoria “es un arte, una estructura intrusa donde habita una historia latente y llena de posibilidades”.

Al referirse a la solapa, subrayó que ésta debe ir sin firma, ya que con ella es peligrosa. Sobre la relectura se pronunció por practicarse constantemente y más por aquellos libros que han dejado en el lector un gran impacto.

Y sobre los actuales soportes no dejó de resaltar la permanencia de lo impreso: “Ustedes jóvenes que usan la pantalla piensen que el soporte que más ha durado es el papel”.

Finalmente, afirmó que el libro tiene la obligación de ser peligroso, ya que “nos enfrenta a nosotros mismos, nos vulnera, y despierta inquietud”.

Acompañaron al escritor durante la conferencia, María Patricia García Pavón, secretaria de Servicios de Apoyo al Aprendizaje, y Atzimba Morales Monroy, coordinadora de las Bibliotecas, ambas del CCH, quienes se congratularon por la presencia del escritor en las actividades que organizó el Colegio en torno al libro, las cuales estuvieron conformadas por conferencias, talleres, cápsulas informativas y presentaciones de los estudiantes de los diversos planteles.

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