Después de la Segunda Guerra Mundial, Japón fue uno de los grandes perdedores del conflicto bélico, no solo pereciendo ante los aliados, sino agonizando simbólicamente por haber sido atacado con un arma de destrucción masiva: la bomba atómica.
Con el tiempo, el pueblo japonés superó a contracorriente esta gran derrota y el enorme trauma.
Dentro de este miedo y en el periodo de reconstrucción de Japón, se crearía Godzilla, la respuesta cultural hacia la bomba atómica.
Godzilla es hijo de la bomba atómica y, a su vez, el arte del cine intentando crear conciencia en la humanidad. Según la versión, Godzilla y el cine kaiju expresan diferentes mensajes que se adaptan a sus tiempos. En el caso de Godzilla: Minus one, el mensaje vuelve a ser antibélico.
La historia sigue a Shikishima, un piloto kamikaze que huye de su deber en uno de los últimos combates. Al escapar a una pequeña isla, se encontraría por primera vez con Godzilla. Desde ahí Shikishima no vive con el miedo de Godzilla, sino con el dolor y la deshonra del pueblo por haberse retirado del campo de batalla.
Minus one reflexiona mucho de las ideas militares que tenía el pueblo nipón; habla de la valentía, nacionalismo, pero sobre todo el honor.
A forma de un subtexto, poco sutil, cuestiona las ideas culturales sobre la guerra y el sacrificio mientras crea una radiografía de diferentes personalidades que se encontraban en la sociedad de la postguerra, cada uno con sus propios traumas y logros, pero todos aprendiendo que la guerra no resolvería mucho y sus vidas propias valen mucho más que el falso honor.
Godzilla no es solo una metáfora de la bomba atómica; es de la guerra y cuando los personajes deben enfrentarse a ella. Luchan con el duelo de tener que volver a combatir, pero esta vez con la promesa de regresar a casa, no de morir con honor.
En momentos, Minus one se siente como un drama exagerado, demasiado cursi con la historia de Shikishima formando una familia con una chica de la que se enamora.
Del lado de los elementos destacables se encuentra el excelente manejo de los efectos especiales. Recordemos que el estudio japonés Toho recientemente comenzó a utilizar CGI después de hacer solo suitmation.
Por otro lado, el soundtrack es otro elemento recuperado de las películas clásicas de Godzilla y el leitmotiv del monstruo ha permanecido desde la película del 54.
El mejor Godzilla es aquel que nos enfrenta a nuestra propia moralidad, pues aunque nació como un monstruo falso y poco impresionante, lo que no fue falso fue el miedo a la guerra y Minus one es un eco de ese miedo y del atroz nacionalismo. Preguntas y comentarios a: luis@cchfilmfest.com
