Es un acercamiento a la faceta más innovadora y experimental del autor

La vigencia de lo experimental en el arte

Es un acercamiento a la faceta más innovadora y experimental del autor

La vigencia de lo experimental en el arte
Es un acercamiento a la faceta más innovadora y experimental del autor

“Montaje” es el título de la exposición de obras de Germán Cueto (Ciudad de México, 1893-1975), que se presenta en el Museo Experimental El Eco, desde el 9 de febrero hasta el 28 de abril, con la curaduría de Daniel Garza Usabiaga, la cual especula sobre el encuentro de dos perspectivas espacio-materiales que se despliegan desde los años cincuenta entre la escultura de Cueto y la primera propuesta de arquitectura emocional de Mathias Goeritz.

Dividida en conjuntos de piezas que han sido colocadas en espacios semejantes a propuestas escenográficas, la colección entra en relación con la arquitectura y las narrativas históricas del Eco, y enfatiza la fascinación por lo escénico en la producción del artista.

En pleno proceso de montaje, Daniel Garza Usabiaga describe con entusiasmo las piezas que encontramos durante un breve recorrido por la muestra.

“Esta pequeña escultura la llaman Hombre sin corazón porque tiene este espacio en el pecho. Fue creada en los años 50; es un antecedente a la pieza de gran formato colocada frente al edificio del IMSS de Reforma. Esta otra es una propuesta de una obra que se encuentra en Ciudad Universitaria, a la altura de Rectoría, Hombre corriendo, que fue hecha para la Ruta de la amistad en 1968, como parte de los Juegos Olímpicos”, explica.

El curador señala que las obras incluidas, entre esculturas, pinturas, recuadros fueron elaboradas con materiales poco usados en las décadas durante las que Germán Cueto desarrolló su producción plástica.

“No se trata de una retrospectiva —aclara Daniel Garza Usabiaga—, sino de un acercamiento a la parte experimental e innovadora del autor. Los formatos y los materiales empleados por Cueto, como polímeros, resinas, alambre o varillas para construcción no eran empleados para desarrollar obra plástica, así que su trabajo quedó como un antecedente para las generaciones posteriores”.

El curador consideró que la muestra resultará atractiva para las jóvenes audiencias porque conocerán la manera en que Germán Cueto desafío las convenciones de la escultura.

“El grado de originalidad de su producción es muy atrayente, pues todo lo hizo prácticamente con nada, usó materiales incluso de desecho, como alambres o varillas, cosas que te encuentras tiradas en la calle. Sus piezas son de vanguardia, por la capacidad inventiva que desarrolló y por apropiarse de recursos para crear obras en verdad increíbles”, añade.

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