Alertan sobre repercusiones de la acidificación de los océanos

Ciencia a Distancia

Alertan sobre repercusiones de la acidificación de los océanos

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Alertan sobre repercusiones de la acidificación de los océanos

Los océanos cubren 70 por ciento del planeta y juegan un rol central en los procesos prioritarios de los ecosistemas de la Tierra, pero no los cuidamos lo suficiente, pese a encontrarnos cerca del punto de no retorno, en el que por más esfuerzos que se hagan ya no habrá un planeta como el de hace 100 años, alertó María Prol Ledesma, del Instituto de Geografía de la UNAM.

En su conferencia “El calor de la tierra y la acidificación de los océanos”, actividad de divulgación científica, organizada por el programa Ciencia a Distancia, Prol criticó que a ese cuidado necesario se antepongan intereses como la generación de energía que daña los ecosistemas, a lo que se suma el aumento de temperatura en todo el planeta.

Tras exponer cómo es el uso global de la energía y cómo en la actualidad el suministro de electricidad consume el mayor porcentaje, con el 32 por ciento, por encima de la industria y el transporte, recordó que existen otras formas de energía, como la solar, eólica, hidráulica, biomasa y geotermia.

La ventaja que tiene la energía geotérmica, dijo, es que es muy versátil, pues funciona día y noche, con ella se puede producir hidrógeno verde que posiblemente sea el que sustituirá a las gasolinas o etanol, por mencionar algunos ejemplos.

Por otra parte, las plantas geotérmicas no emiten contaminantes de ningún tipo porque la Tierra envía vapor de agua para meterlo en turbinas y generar energías eléctricas limpias, a partir de los 75 grados, con el uso de nuevas tecnologías.

En ese terreno, expuso, México tiene grandes posibilidades de desarrollar energía geotérmica, incluso con tecnología arcaica; pero lo más importante es que la geotermia no contribuye a la acidificación de los océanos porque no contribuye con CO2 a la atmósfera, sobre todo con las nuevas plantas de energía que son de ciclo cerrado.

Expuso que los combustibles fósiles liberan bióxido de carbono a la atmósfera, lo cual genera el efecto invernadero que provoca un aumento en la temperatura terrestre, algo peligrosa pues al entrar al océano, se genera ácido carbónico, disolviendo a especies que los habitan, llegando al punto de no retorno.

Si no se hace algo por mejorar la situación, los arrecifes de coral se afectarán “pues si disminuye su calcificación, su crecimiento será más lento y los hará más frágiles y vulnerables a la erosión”.

Esos lugares, abundó, son paraísos de vida con abundancia de especies, como la Gran Barrera de Arrecifes de coral en Australia, la más grande del mundo, con una extensión de 2 mil 300 kilómetros cuadrados, frente a la costa del estado de Queensland, la cual estaría compuesta por más de 2 mil 900 arrecifes y 900 islas.

Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1981, la Gran Barrera de Coral está protegida por el Parque Marino Gran Barrera de Arrecifes, que se exiende más de 34 mil hectáreas. No obstante, en los últimos años se ha visto afectada por el calentamiento global y según un estudio publicado en 2020, se estima que de 1995 a la fecha ha perdido cerca de la mitad de sus corales.

Ello tiene graves repercusiones, si consideramos que posee una elevada biodiversidad, cuyas especies están en la lista de vulnerables o en peligro de extinción y algunas incluso son endémicas al sistema de arrecifes.

En total, se estima que aloja más de dos mil especies de plantas y decenas de especies de delfines, ballenas, marsopas, tortugas, ranas, serpientes y cocodrilos, además de más de 200 de aves

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